El prestigio de Irène Némirovsky ya era notable cuando publico Nieve en otoño, su tercera novela después de David Golder y El baile. En este breve relato la autora se centra en Tatiana Ivanovna, el aya de toda la vida de una adinerada familia de la Rusia zarista. Cuando la familia huye por la Revolución de Octubre (1918), la fiel criada se queda al cuidado de la mansión hasta que consigue reunirse con ellos en París. Tierna y realista a la vez, la obra refleja con un dramatismo hondo y contenido lo que significó la llegada del comunismo tanto para la nobleza perseguida como para los campesinos, que o bien permanecieron fieles a sus señores y compartieron su suerte o bien cambiaron de amos simplemente.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2010 | Salamandra |
96 |
978-84-9838-310-2 |
Comentarios
Un relato extraordinario de los sucesos de la Revolución rusa en la personas de una familia aristocrática que se ve obligada a abandonar su mansión y terminan ocupando un pequeño piso en París. Pero la protagonista es la criada, que después de cuidar a los recién nacidos de tres generaciones de la familia, se encuentra en la situación de abandonar lo que es su casa, más aún que como lo es para el resto de la familia. El relato está lleno de dramatismo y sensibilidad y muestra a una mujer que siendo una de las sirvientas en la casa, es el alma de la familia. A pesar del tema, el final es esperanzador y la lectura, como en otras obras de Némirovsky, merece la pena.