Puede considerarse una continuación de Gilead.
Glory ha regresado a casa de su padre, un pastor presbiteriano, a cuidarle en su vejez. Jack, su hermano, un chico extraño que parecía no formar parte de la familia, pues huía de la casa constantemente y luego devino alcóholico, vuelve también al hogar. Juntos rememoran su infancia, cuidan a su padre, recuerdan a sus hermanos e intentan perdonarse. La religión pietista que profesan por las enseñanzas de su padre, les resulta reconfortante a veces y les llena de temor en otras ocasiones.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2012 | Galaxia Gutenberg |
368 |
978-84-8109-963-8 |
Comentarios
La autora desgrana algunos aspectos de las vidas de Glory y Jack y habla del cuidado exquisito en no entrometerse en los asuntos del otro. Consigue componer un cuadro familiar sincero y con contenido moral. Nos muestra el cuidado de los hijos hacia su anciano padre y a su vez la preocupación de este por el bien de sus hijos. Es un relato sosegado, de gran densidad humana y de buena calidad literaria.