Puede considerarse una continuación de Gilead.
Glory ha regresado a casa de su padre, un pastor presbiteriano, a cuidarle en su vejez. Jack, su hermano, un chico extraño que parecía no formar parte de la familia, pues huía de la casa constantemente y luego devino alcóholico, vuelve también al hogar. Juntos rememoran su infancia, cuidan a su padre, recuerdan a sus hermanos e intentan perdonarse. La religión pietista que profesan por las enseñanzas de su padre, les resulta reconfortante a veces y les llena de temor en otras ocasiones.