Ideología de Género (2). Algunas consideraciones (Ernesto Juliá Díaz)


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Las diferencias entre el varón y

la mujer no corresponden –afirman los partidarios de esta ideología- a una

naturaleza "dada"; sino que serían meras construcciones culturales "hechas"

según los roles y estereotipos que en cada sociedad se asignan a los sexos. En

este contexto destacan, y no sin razones válidas, que en el pasado las

diferencias entre los sexos fueron aumentadas desmesuradamente, en todo los

campos del actuar humano, y se produjeron situaciones claras de
style='mso-spacerun:yes'> injusticias y discriminaciones contra la

mujer, que la han apartado durante siglos, de participar en debates públicos,

de la vida política y cultural, de los

estudios superiores y, en general, de cualquier participación en la toma
style='mso-spacerun:yes'> de decisiones públicas.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> El

mismo Juan Pablo II lo reconoce en su Carta a las Mujeres, escrita precisamente

en ocasión de la Conferencia de Pekín: "Por desgracia somos herederos de una

historia de enormes condicionamientos que, en todos los tiempos y en cada

lugar, han hecho difícil el camino de la mujer, despreciada en su dignidad,

olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a

esclavitud. Esto le ha impedido ser profundamente ella misma y ha empobrecido a

la humanidad entera de auténticas riquezas espirituales" Y prosigue: "No sería

ciertamente fácil señalar responsabilidades precisas, considerando la fuerza de

las sedimentaciones culturales que, a lo largo de los siglos, han plasmado

mentalidades e instituciones. Pero si en esto no han faltado, especialmente en

determinados contextos históricos, responsabilidades objetivas incluso en no

pocos hijos de la Iglesia, lo siento sinceramente" (n. 3).


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Además de esas consideraciones

históricas, hemos de afirmar que la "naturaleza" no determina el modo de ser de

la persona concreta y particular, y que en el realizarse de la "persona" la

libertad juega un papel determinante. De esto,
a afirmar que la libertad puede hacer con la naturaleza lo que desee hay

un abismo, que sólo se puede saltar "conceptualmente", no "realmente".


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> Es

cierto, también, que no existe ningún rasgo psicológico o espiritual atribuible

solo a uno de lo sexos; aunque existen características que se presentan con más

frecuencia y de formas
style='mso-spacerun:yes'> diferentes en los varones y en las mujeres.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> También

parece un conocimiento ya definitivamente adquirido el de que nunca será

posible determinar con exactitud científica lo que es "típicamente masculino" o

"típicamente femenino", pues la naturaleza y la cultura, las dos grandes

modeladoras, están entrelazadas desde el principio, y muy estrechamente.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> Hay

que tener en cuenta, sin embargo, que el hecho de que el varón y la mujer

experimenten el mundo de forma diferente, desempeñen tareas de manera distinta,

planeen y reaccionen de manera desigual, tienen un fundamento sólido en la

constitución biológica propia de cada uno de ellos.


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>La persona entera es varón o

mujer, en la unidad de cuerpo y alma, la masculinidad y feminidad se extiende a

todos los ámbitos de su ser; desde el profundo significado de las diferencias

físicas entre el varón y la mujer, y su influencia en el amor corporal, hasta

las diferencias psíquicas entre ambos y la forma diferente de manifestar su

relación con Dios.


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> Podemos

afirmar que en la persona humana, el sexo y el género –el fundamento biológico

y la expresión cultural- no son idénticos, pero tampoco son completamente

independientes. O sea, se da un cierto proceso de identificación con el propio

sexo, que origina la identidad como varón o mujer, identidad que, en cualquier

caso, no es única ni uniforme. La realidad "personal" única de cada ser humano

está más allá de cualquier diferencia "natural".


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Los especialistas señalan tres

aspectos de este proceso que, en el caso normal, se entrelazan armónicamente:
style='mso-bidi-font-style:normal'>sexo biológico (corporeidad)
style='mso-bidi-font-style:normal'>; sexo psicológico (vivencias psíquicas

como varón o mujer); sexo social (el

asignado en el nacimiento).


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>En el plano biológico es

oportuno no perder de vista que "cada célula de un cuerpo femenino es distinta

de cada célula de un cuerpo masculino. La ciencia médica indica incluso

diferencias estructurales y funcionales entre un cerebro masculino y otro

femenino".


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>En el plano psicológico,

conviene distinguir entre identidad sexual; orientación sexual; y conducta

sexual.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Es cierto, de otro lado, que la

"sexualidad caracteriza al hombre y a la mujer no sólo en el plano físico, sino

también en el psicológico y espiritual con su impronta consiguiente en todas

sus manifestaciones. La sexualidad, por tanto, no puede ser reducida a un puro

e insignificante dato biológico, sino que es un elemento básico de la

personalidad; un modo propio de ser, de manifestarse, de comunicarse con los

otros, de sentir, expresar y vivir el amor humano" (Carta de la Congregación de

la Fe, n. 8).


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>A la vez, hemos de subrayar el

carácter personal del ser humano. El hombre –ya sea hombre o mujer- es persona

igualmente; en efecto, ambos han sido creados a imagen y semejanza del Dios

personal.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Varón y mujer tienen la misma

naturaleza humana, pero la tienen de modos distintos. En cierto sentido se complementan, entendiendo bien que se quiere

decir.


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Obviamente, en cuanto a ser

"personas", el varón y la mujer no se "complementan" en absoluto. Ni el actuar

"sexual" es un complemento necesario a la persona humana.


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>El hecho de que el ser humano

esté constitutivamente abierto a un "tú", no lleva consigo que ese "tú" haya de

ser necesariamente una persona de sexo diferente. O sea, podemos decir que

la "complementariedad" ha de ser vista

unida al acto creador de Dios –"varón y hembra lo creó"-; no para la

realización personal de uno y de otro; sino para llevar a cabo la misión del

ser humano, y para enriquecerse mutuamente. Esa misión ha sido dada al ser

humano –varón y hembra-; no al varón , ni a la hembra

por separado.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> En

este sentido, podemos decir que la sexualidad es vista como "el sello del Dios

del amor en la estructura misma de la naturaleza humana" (Jutta
Burggraf). Aunque cada persona es querida por Dios

"por sí misma", y llamada a una plenitud individual, no puede alcanzarla sino

en comunión con otros. Está hecha para dar y recibir amor.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> Una

segunda consideración sobre la "complementariedad" se puede referir al

enriquecimiento personal y cultural que comporta las relaciones entre hombres y

mujeres. Ya hemos dejado constancia de la diferente apreciación de las

realidades sociales, políticas, culturales, que tienen los hombres y las

mujeres, independientemente de la educación recibida y de los componentes

culturales que hayan asimilado del entorno en el que viven.


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Estas diferencias se mantendrán

siempre, en todas las civilizaciones y en cualquier lugar. "Lo masculino y lo

femenino son así revelados como pertenecientes antológicamente a la creación, y

destinados por tanto a perdurar más allá del tiempo presente, evidentemente en

un forma transfigurada" (Carta de la Congregación de la Fe, 31 mayo 2004,

n.12).


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> Parece

obligado concluir señalar el reto que se nos presenta para hacer posible que la

consideración criatural del hombre y de la mujer,

abra el horizonte no sólo de un mejor entendimiento, sino también, y sobre

todo, para que toda la sociedad se beneficie de la "riqueza" de cada uno, de

manera que las relaciones hombre-mujer se desenvuelvan según el verdadero orden

querido por Dios. Un reto doble, teórico y práctico, que ha de fundamentarse

también en la verdad de la mujer, criatura e hija de Dios; y realizarse en la

aceptación plena del "genio de la mujer".


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> "En

tal perspectiva se entiende el papel insustituible de la mujer en los diversos

aspectos de la vida familiar y social que implican las relaciones humanas y el

cuidado del otro. Aquí se manifiesta con claridad lo que el Santo Padre ha

llamado el genio de la mujer. Esto

implica
, ante todo, que las mujeres estén activamente presentes, incluso

con firmeza, en la familia, sociedad primordial y, en cierto sentido, soberana,

pues es particularmente en ella donde se plasma el rostro de un pueblo y sus

miembros adquieren las enseñanzas fundamentales…Cuando faltan estas

experiencias fundamentales, es el conjunto de la sociedad el que sufre

violencia y se vuelve, a su vez, generador de múltiples violencias. Esto implica,

además, que las mujeres estén presentes en el mundo del trabajo y de la

organización social, y que tengan acceso a puestos de responsabilidad que les

ofrezcan la posibilidad de inspirar las políticas de las naciones y de promover

soluciones innovadoras para los problemas económico y sociales"
class=GramE>( Carta de la Congregación de la Fe, 31-mayo- 2004, n. 13).


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>"La "perspectiva de género" –que

coincide con la que se señala en el párrafo anterior-, que defiende el derecho

a la diferencia entre varones y mujeres y promueve la corresponsabilidad en el

trabajo y la familia, no debe confundirse con el planteamiento radical que

ignora y aplasta la diversidad natural de ambos sexos" (Jutta
Burggraf).


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>


lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Es más: "la promoción de las

mujeres dentro de la sociedad tiene que ser comprendida y buscada como una

humanización, realizada gracias a los valores redescubiertos por las mujeres.

Toda perspectiva que pretenda proponerse como luchas de sexos sólo puede ser

una ilusión y un peligro, destinados a acabar en situaciones de segregación y

competición entre hombres y mujeres, y a promover un solipsismo, que se nutre

de una concepción falsa de la libertad" (Carta de la Congregación de la Fe,

31-V-2004, n.).


style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Ernesto Juliá Díaz


style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>Bibliografía:

Robert
style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'> Spaemann,

"Lo natural y lo racional", Rialp, 1989

Juan Arana: "Los filósofos y la libertad", Ed.

Síntesis, 2006

http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=4466

Celia Amorós (ed), "Feminismo y filosofía",

Síntesis, 2000

http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=4787


style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>J. Burggraf,

"Género", AA.VV.

Lexicón
. Pp.511-519, Ed. Palabra, 2004


style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>
href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=2274">http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=2274

O. Alzamora Revoredo,

"Ideología de género: sus peligros y alcance", Lexicón, pp. 575-590, Ed. Palabra, 2004.

Gertrud
style='font-size:10.0pt'> von Le Fort,

"La mujer eterna", Rialp, 1965
lang=ES-TRAD style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>

Christine
style='font-size:10.0pt'> Bard (ed.)

"Un siglo de antifeminismo", Biblioteca Nueva, 2002


href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=4788">http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=4788


style='font-size:10.0pt'>Teresa De Laurentis

"Diferencias", Horas y Horas, 2000


lang=ES-TRAD style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>Julián Marías "
style='mso-bidi-font-style:normal'>La mujer en el siglo XX", Alianza

Editorial 1990


style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>Dale O’Leary, "
style='mso-bidi-font-style:normal'>El Feminismo de género", "L’Osservatore

Romano, 19-XI-2004


style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>
href="http://www.almudi.org/app/asp/articulos/articulos.asp?n=447">http://www.almudi.org/app/asp/articulos/articulos.asp?n=447