lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Las diferencias entre el varón y
la mujer no corresponden –afirman los partidarios de esta ideología- a una
naturaleza "dada"; sino que serían meras construcciones culturales "hechas"
según los roles y estereotipos que en cada sociedad se asignan a los sexos. En
este contexto destacan, y no sin razones válidas, que en el pasado las
diferencias entre los sexos fueron aumentadas desmesuradamente, en todo los
campos del actuar humano, y se produjeron situaciones claras de
style='mso-spacerun:yes'> injusticias y discriminaciones contra la
mujer, que la han apartado durante siglos, de participar en debates públicos,
de la vida política y cultural, de los
estudios superiores y, en general, de cualquier participación en la toma
style='mso-spacerun:yes'> de decisiones públicas.
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> El
mismo Juan Pablo II lo reconoce en su Carta a las Mujeres, escrita precisamente
en ocasión de la Conferencia de Pekín: "Por desgracia somos herederos de una
historia de enormes condicionamientos que, en todos los tiempos y en cada
lugar, han hecho difícil el camino de la mujer, despreciada en su dignidad,
olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a
esclavitud. Esto le ha impedido ser profundamente ella misma y ha empobrecido a
la humanidad entera de auténticas riquezas espirituales" Y prosigue: "No sería
ciertamente fácil señalar responsabilidades precisas, considerando la fuerza de
las sedimentaciones culturales que, a lo largo de los siglos, han plasmado
mentalidades e instituciones. Pero si en esto no han faltado, especialmente en
determinados contextos históricos, responsabilidades objetivas incluso en no
pocos hijos de la Iglesia, lo siento sinceramente" (n. 3).
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Además de esas consideraciones
históricas, hemos de afirmar que la "naturaleza" no determina el modo de ser de
la persona concreta y particular, y que en el realizarse de la "persona" la
libertad juega un papel determinante. De esto,
a afirmar que la libertad puede hacer con la naturaleza lo que desee hay
un abismo, que sólo se puede saltar "conceptualmente", no "realmente".
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> Es
cierto, también, que no existe ningún rasgo psicológico o espiritual atribuible
solo a uno de lo sexos; aunque existen características que se presentan con más
frecuencia y de formas
style='mso-spacerun:yes'> diferentes en los varones y en las mujeres.
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> También
parece un conocimiento ya definitivamente adquirido el de que nunca será
posible determinar con exactitud científica lo que es "típicamente masculino" o
"típicamente femenino", pues la naturaleza y la cultura, las dos grandes
modeladoras, están entrelazadas desde el principio, y muy estrechamente.
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> Hay
que tener en cuenta, sin embargo, que el hecho de que el varón y la mujer
experimenten el mundo de forma diferente, desempeñen tareas de manera distinta,
planeen y reaccionen de manera desigual, tienen un fundamento sólido en la
constitución biológica propia de cada uno de ellos.
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>La persona entera es varón o
mujer, en la unidad de cuerpo y alma, la masculinidad y feminidad se extiende a
todos los ámbitos de su ser; desde el profundo significado de las diferencias
físicas entre el varón y la mujer, y su influencia en el amor corporal, hasta
las diferencias psíquicas entre ambos y la forma diferente de manifestar su
relación con Dios.
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> Podemos
afirmar que en la persona humana, el sexo y el género –el fundamento biológico
y la expresión cultural- no son idénticos, pero tampoco son completamente
independientes. O sea, se da un cierto proceso de identificación con el propio
sexo, que origina la identidad como varón o mujer, identidad que, en cualquier
caso, no es única ni uniforme. La realidad "personal" única de cada ser humano
está más allá de cualquier diferencia "natural".
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Los especialistas señalan tres
aspectos de este proceso que, en el caso normal, se entrelazan armónicamente:
style='mso-bidi-font-style:normal'>sexo biológico (corporeidad)
style='mso-bidi-font-style:normal'>; sexo psicológico (vivencias psíquicas
como varón o mujer); sexo social (el
asignado en el nacimiento).
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>En el plano biológico es
oportuno no perder de vista que "cada célula de un cuerpo femenino es distinta
de cada célula de un cuerpo masculino. La ciencia médica indica incluso
diferencias estructurales y funcionales entre un cerebro masculino y otro
femenino".
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>En el plano psicológico,
conviene distinguir entre identidad sexual; orientación sexual; y conducta
sexual.
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Es cierto, de otro lado, que la
"sexualidad caracteriza al hombre y a la mujer no sólo en el plano físico, sino
también en el psicológico y espiritual con su impronta consiguiente en todas
sus manifestaciones. La sexualidad, por tanto, no puede ser reducida a un puro
e insignificante dato biológico, sino que es un elemento básico de la
personalidad; un modo propio de ser, de manifestarse, de comunicarse con los
otros, de sentir, expresar y vivir el amor humano" (Carta de la Congregación de
la Fe, n. 8).
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>A la vez, hemos de subrayar el
carácter personal del ser humano. El hombre –ya sea hombre o mujer- es persona
igualmente; en efecto, ambos han sido creados a imagen y semejanza del Dios
personal.
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Varón y mujer tienen la misma
naturaleza humana, pero la tienen de modos distintos. En cierto sentido se complementan, entendiendo bien que se quiere
decir.
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Obviamente, en cuanto a ser
"personas", el varón y la mujer no se "complementan" en absoluto. Ni el actuar
"sexual" es un complemento necesario a la persona humana.
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>El hecho de que el ser humano
esté constitutivamente abierto a un "tú", no lleva consigo que ese "tú" haya de
ser necesariamente una persona de sexo diferente. O sea, podemos decir que
la "complementariedad" ha de ser vista
unida al acto creador de Dios –"varón y hembra lo creó"-; no para la
realización personal de uno y de otro; sino para llevar a cabo la misión del
ser humano, y para enriquecerse mutuamente. Esa misión ha sido dada al ser
humano –varón y hembra-; no al varón , ni a la hembra
por separado.
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> En
este sentido, podemos decir que la sexualidad es vista como "el sello del Dios
del amor en la estructura misma de la naturaleza humana" (Jutta
Burggraf). Aunque cada persona es querida por Dios
"por sí misma", y llamada a una plenitud individual, no puede alcanzarla sino
en comunión con otros. Está hecha para dar y recibir amor.
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> Una
segunda consideración sobre la "complementariedad" se puede referir al
enriquecimiento personal y cultural que comporta las relaciones entre hombres y
mujeres. Ya hemos dejado constancia de la diferente apreciación de las
realidades sociales, políticas, culturales, que tienen los hombres y las
mujeres, independientemente de la educación recibida y de los componentes
culturales que hayan asimilado del entorno en el que viven.
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Estas diferencias se mantendrán
siempre, en todas las civilizaciones y en cualquier lugar. "Lo masculino y lo
femenino son así revelados como pertenecientes antológicamente a la creación, y
destinados por tanto a perdurar más allá del tiempo presente, evidentemente en
un forma transfigurada" (Carta de la Congregación de la Fe, 31 mayo 2004,
n.12).
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> Parece
obligado concluir señalar el reto que se nos presenta para hacer posible que la
consideración criatural del hombre y de la mujer,
abra el horizonte no sólo de un mejor entendimiento, sino también, y sobre
todo, para que toda la sociedad se beneficie de la "riqueza" de cada uno, de
manera que las relaciones hombre-mujer se desenvuelvan según el verdadero orden
querido por Dios. Un reto doble, teórico y práctico, que ha de fundamentarse
también en la verdad de la mujer, criatura e hija de Dios; y realizarse en la
aceptación plena del "genio de la mujer".
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'> "En
tal perspectiva se entiende el papel insustituible de la mujer en los diversos
aspectos de la vida familiar y social que implican las relaciones humanas y el
cuidado del otro. Aquí se manifiesta con claridad lo que el Santo Padre ha
llamado el genio de la mujer. Esto
implica, ante todo, que las mujeres estén activamente presentes, incluso
con firmeza, en la familia, sociedad primordial y, en cierto sentido, soberana,
pues es particularmente en ella donde se plasma el rostro de un pueblo y sus
miembros adquieren las enseñanzas fundamentales…Cuando faltan estas
experiencias fundamentales, es el conjunto de la sociedad el que sufre
violencia y se vuelve, a su vez, generador de múltiples violencias. Esto implica,
además, que las mujeres estén presentes en el mundo del trabajo y de la
organización social, y que tengan acceso a puestos de responsabilidad que les
ofrezcan la posibilidad de inspirar las políticas de las naciones y de promover
soluciones innovadoras para los problemas económico y sociales"
class=GramE>( Carta de la Congregación de la Fe, 31-mayo- 2004, n. 13).
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>"La "perspectiva de género" –que
coincide con la que se señala en el párrafo anterior-, que defiende el derecho
a la diferencia entre varones y mujeres y promueve la corresponsabilidad en el
trabajo y la familia, no debe confundirse con el planteamiento radical que
ignora y aplasta la diversidad natural de ambos sexos" (Jutta
Burggraf).
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>
lang=ES-TRAD style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Es más: "la promoción de las
mujeres dentro de la sociedad tiene que ser comprendida y buscada como una
humanización, realizada gracias a los valores redescubiertos por las mujeres.
Toda perspectiva que pretenda proponerse como luchas de sexos sólo puede ser
una ilusión y un peligro, destinados a acabar en situaciones de segregación y
competición entre hombres y mujeres, y a promover un solipsismo, que se nutre
de una concepción falsa de la libertad" (Carta de la Congregación de la Fe,
31-V-2004, n.).
style='mso-ansi-language:ES-TRAD'>Ernesto Juliá Díaz
style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>Bibliografía:
Robert
style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'> Spaemann,
"Lo natural y lo racional", Rialp, 1989
Juan Arana: "Los filósofos y la libertad", Ed.
Síntesis, 2006
http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=4466
Celia Amorós (ed), "Feminismo y filosofía",
Síntesis, 2000
http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=4787
style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>J. Burggraf,
"Género", AA.VV.
Lexicón. Pp.511-519, Ed. Palabra, 2004
style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>
href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=2274">http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=2274
O. Alzamora Revoredo,
"Ideología de género: sus peligros y alcance", Lexicón, pp. 575-590, Ed. Palabra, 2004.
Gertrud
style='font-size:10.0pt'> von Le Fort,
"La mujer eterna", Rialp, 1965
lang=ES-TRAD style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>
Christine
style='font-size:10.0pt'> Bard (ed.)
"Un siglo de antifeminismo", Biblioteca Nueva, 2002
href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=4788">http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=4788
style='font-size:10.0pt'>Teresa De Laurentis
"Diferencias", Horas y Horas, 2000
lang=ES-TRAD style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>Julián Marías "
style='mso-bidi-font-style:normal'>La mujer en el siglo XX", Alianza
Editorial 1990
style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>Dale O’Leary, "
style='mso-bidi-font-style:normal'>El Feminismo de género", "L’Osservatore
Romano, 19-XI-2004
style='font-size:10.0pt;mso-ansi-language:ES-TRAD'>
href="http://www.almudi.org/app/asp/articulos/articulos.asp?n=447">http://www.almudi.org/app/asp/articulos/articulos.asp?n=447