El Prof. López Kindler,
sacerdote y catedrático de Lengua y Literatura Latina, actualmente miembro de la Klassisch-Philologisches Seminar de Zürich,
discípulo de D. Antonio
Fontán, ha logrado realizar una
semblanza seria, sopesada y amena, que desvela en gran parte el alma del
personaje.
Entre
las muchas enseñanzas de este trabajo se podrían destacar tres. En primer
lugar, la relación entre D. Antonio
y el Fundador del Opus Dei, así como con su sucesor el Venerable
Álvaro del Portillo y el actual Prelado Mons. Javier Echevarría.
En ese sentido impresiona la fidelidad de Antonio Fontán
a la llamada de Dios hasta su muerte. Eso explica suficientemente lo que el autor
denomina "el señorío de Fontán" ante los reveses de
la vida (p.235) y el origen de los
trabajos de Fontán en el mundo de la Comunicación (pp.
74-77), donde buscó aportar el sentido cristiano de la vida.
Seguidamente,
el autor subraya con conocimiento de causa, la pasión de D. Antonio por las
letras latinas y el humanismo a lo largo de su vida. Maestro y discípulo compartieron
siempre el fino análisis de la realidad desde la Antigüedad clásica
(p.111). López Kindler desvela la metodología de su
Maestro: búsqueda de los mejores manuscritos, realización de buenas traducciones,
ediciones críticas, seguimiento de la bibliografía, aportación personal y,
finalmente, la proyección a lo actual: los clásicos como conocedores del alma
humana. Recordemos que fue catedrático de Lengua y Literatura Latina de la Universidad de Granada
(1949-1956), Director del Instituto de Periodismo y Decano de la Facultad de Filosofía y Letras
de la Universidad
de Navarra (1956-1967) y desde 1976 hasta 1995, catedrático de la Universidad Complutense
de Madrid. El estudio de los clásicos y humanistas continuó hasta la muerte (pp.
137-152). En los últimos años fue Presidente del Patronato de la Biblioteca Nacional
(1997-2004).
Finalmente,
este trabajo muestra con sencillez que los miembros del Opus Dei no forman un
grupo ni actúan como grupo en la vida política, cultural o profesional. Es
clara la sintonía de D. Antonio Fontán con Rafael
Calvo Serer (pp. 45-47) y con Florentino Pérez Embid (pp.
30-37), pero, a la vez, existían diferencias políticas entre ellos y desacuerdos
ante determinadas opciones políticas, lo cual es compatible con el respeto a
las opiniones ajenas (p.278). En ese sentido se enmarca la invitación de Calvo Serer a Fontán para participar juntos
en la aventura del diario Madrid desde 1966 hasta el cierre del periódico en 1971.
Fontán asumió el riesgo y actuó en este terreno
libremente: abordó la dirección del periódico aportando muchos de los valores
que luego serían moneda común durante la Transición (pp. 116-117). Todo ello le valió el Premio
del Instituto Internacional de Prensa de "Héroe de la libertad" (pp. 192-196).
También hay en esta semblanza espacio para las
actividades políticas de D. Antonio, siempre desde su lealtad a la monarquía (pp.
220-233), reconocida por la
Corona con su nombramiento en 2008, como Marqués de Guadalcanal
(p.208). Asimismo, se reseña su participación en la Transición política
española. Fundador del Partido Liberal en 1973 con Joaquín
Garrigues Walker. Presidente del Senado (1977-1979). Ministro de
Administración territorial (1979-1980). En 1982 sufrió un infarto que detuvo el
reloj de su actividad pública (pp. 128-129). También se reseña la puesta en
marcha de Nueva Revista en 1990 y la
llegada del PP al poder en 1996, cuando muchos de sus colaboradores en la
revista y en el club liberal entraron en el gobierno.
José Carlos Martín de la Hoz
Agustín López Kindler, Antonio Fontán. Heroe de la libertad, ed. Rialp, Madrid 2013, 357
pp.