La Historia de la Iglesia se hace con documentos y, en gran parte, es una tarea todavía por realizar, pues exige mucho tiempo, pericia, y paciente dedicación. Deseamos presentar el trabajo que ha realizado Pilar García Casado, profesora de literatura árabe de la Universidad Autónoma de Madrid, con la edición crítica y la traducción al castellano de cinco relatos acerca de la dormición y asunción de la Virgen María al cielo, que se conservan en los fondos de manuscritos medievales del Archivo Vaticano de Roma.
Se trata de textos que se remontan a los primeros siglos del cristianismo y que fueron transcritos y traducidos al árabe por cristianos de Siria y Palestina, deseosos de conservar estas fuentes antiguas sobre el dogma de la Asunción de Santa María en cuerpo y alma al cielo.
Las obras están atribuidas a diversos autores y gozan de desigual verisimilitud: Teodosio de Alejandría (535), Teófilo de Landra (580), Ciriaco de Bahnasa, san Cirilo de Jerusalén (350-387) y san Juan Evangelista.
Como nos dice la editora en su presentación, "estos relatos tienen un origen marcadamente popular tanto por su forma como por su contenido. En cuanto a este último aspecto, son narraciones populares escritas en prosa que han tomado elementos de otros géneros propios de la literatura cristiana como la homilética, las pasiones, los evangelios, los hechos y la apocalíptica" (28). Y añade poco después: "la realidad histórica está configurada por los datos que la textos revelados aportan sobre la misterios cristianos, mientras que la realidad ficticia está compuesta por las tradiciones orales y escritas recogidas en los relatos apócrifos y provenientes de un fondo común que contaba con convenciones propias establecidas sobre los sucesos del final de la vida de la Virgen" (29).
Efectivamente, hay varios elementos comunes en la narración que corresponden con los datos evangélicos y de la tradición apostólica, como son: la identificación de la Virgen con su Hijo, el particular amor de María Santísima por San Juan y, por tanto, al recuerdo de haber sido entregada a él en la crucifixión, el anuncio de Jesús a María de la dormición y asunción a los cielos, la convocatoria de los apóstoles vivos y difuntos para la despedida y, finalmente, la petición de la Virgen por la salvación del género humano.
De hecho algunas de estas fuentes y otras ya conocidas y editadas siglos atrás sirvieron al Magisterio Solemne de la Iglesia para proclamar solemnemente en 1950 por Pío XII el dogma de la Asunción de la Virgen
Luego, en estos escritos, se añaden otros que han sido desechados como pertenecientes a la literatura apócrifa y legendaria y que no han sido recibidos por la Iglesia, como serían la persecución de los judíos del cuerpo de María, los traslados milagrosos de los apóstoles en el momento de la asunción de María, y los milagros que se consignan.
Algunos de esos textos son de una gran belleza, como esta oración de María antes de la Asunción:
'Señor mío y Dios mío, escúchame ahora, pues ciertamente estoy saliendo de este mundo. Yo que soy tu madre, te pido en nombre de tus siervos, lis cristianos creyentes en tu nombre que están en el mundo, que les des tu amor y tu misericordia; que acometes las oraciones de quienes se reúnen en tu nombre santo en todos los lugares y de los que vienen a ti con ofrendas en mi nombre y te piden en sus oraciones y en sus plegarias que les libres de todas las adversidades y del pesar, te pido que les consueles, dales todo lo que te pidan y guárdales, Señor, de todas las asechanzas del Maligno" (Cirilo 113).
José Carlos Martín de la Hoz
Pilar García Casado (ed.), La dormición de la Virgen, ed. Trotta, Madrid 2002, 218 pp.