Los judíos y España en el siglo XX

 

El largo y extenso trabajo que hora presentamos, fruto de la investigación del Doctor en Historia y diplomático español, Isidro González, sobre los judíos después de la expulsión de España en 1492 por los Reyes Católicos, en realidad podría llamarse los judíos y España en el siglo XX. La simplificación del título se debe al pobre y escaso análisis histórico, sin consulta de fuentes, tanto del problema del origen de la expulsión de los judíos como del desarrollo del tribunal de la Inquisición en España (33-70).

El trabajo, en cambio, mejora enormemente en el estudio del problema de la relación de los judíos con España posteriormente, sobre todo en los siglos XIX y XX, cuestión que el autor demuestra dominar por la documentación presentada y sus análisis acertados.

Las diversas posiciones de los gobiernos liberales conservadores y progresistas durante el convulso y complejo siglo XIX mostrarán respecto al pueblo judío las mismas tensiones entre la Iglesia y el anticlericalismo naciente.

Al adentrarse en el siglo XX, el autor se centra en primer lugar en la decisión del dictador Primo de Rivera, quien mediante Decreto del 20 de diciembre de 1924, concedía la nacionalidad española a los sefardíes que pudieran demostrar su origen español (200).

En esas páginas aparece con amplia documentación, la enorme extensión del mundo sefardí en la primer parte del siglo XX, así como la decadencia sufrida después de la Segunda Guerra mundial y de la constitución del estado de Israel.

Asimismo la Segunda República levantó el decreto de expulsión en 1933, cuando Hitler había tomado el poder en Alemania y desarrollaba una campaña antisemita. Entonces, empieza a ofrecerse de nuevo pasaportes. La llamada al regreso de los sefarditas fue muy interesante, pero tuvo que detenerse por la situación precaria laboral de España.

Son muy interesantes las aportaciones de este trabajo al intenso trabajo diplomático durante el desarrollo de la guerra civil. La propaganda era clave para la obtención de apoyos y de fondos económicos durante la contienda civil. Por otra parte, no hay que olvidar que había judíos apoyando a ambos bandos: los del Norte de África apoyaban a los nacionales y los de Estados Unidos al bando republicano (270).

Son muy sugerentes los capítulos dedicados al bloqueo diplomático a España a finales de los años cuarenta, donde el gobierno de España esgrime ante el naciente estado de Israel la facilidad de tránsito de judíos a América, en un intento de que Israel ayudará a levantar el cerco.

Israel no apoyará a España, aun reconociendo que ayudó a muchos judíos a huir del nazismo y de los campos de exterminio, por considerar que Franco contó con la ayuda de los nazis durante la Guerra Civil española.

Cuando Israel se volvió hacia España en la guerra de los Seis días, España llevaba muchos años de ayuda a los países árabes, aunque facilitó a los sefardíes huir de la zona de conflicto. En 1986, finalmente, se abrieron oficialmente las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Un trabajo ameno y bien documentado, con las salvedades comentadas.

 

 

José Carlos Martín de la Hoz

Isidro González, Los judíos y España después de la expulsión, ed. Almuzara, Córdoba 2014, 630 pp.