La historia de la Misa es un aspecto de la historia de la Iglesia y de la historia de la liturgia que ha alcanzado en estos últimos años un gran desarrollo en la investigación y, consecuentemente, en la historiografía.

Sin duda ha colaborado a esta situación el año dedicado a la eucaristía por san Juan Pablo II, el último de su pontificado, y los libros del papa Benedicto XVI sobre Jesús de Nazaret, así como la constante predicación del papa Francisco.

Todos recordamos el ejemplo de la comunidad cristiana del norte de África durante la persecución de Diocleciano al comienzo del siglo IV, cuando fueron sorprendidos por las autoridades romanas mientras celebraban la misa dominical. Ante la pregunta del pretor acerca del por qué habían desobedecido los edictos imperiales que prohibían los actos litúrgicos a los cristianos, respondieron con naturalidad: "no podemos vivir sin la eucaristía".

El profesor Didier van Havre, expone con lenguaje sencillo y asequible cómo se fue articulando la celebración de la eucaristía desde la "Fractio panis" primitiva hasta el misal de san Pío V en el siglo XVI y, posteriormente, el misal de Pablo VI al término del Concilio Vaticano II.

La segunda parte del libro la dedica el Prof. Van Havre a desentrañar teológicamente las partes de la celebración, a fin de ayudar al lector a vivir en intensa oración el momento culminante de la identificación de Dios Hijo en Dios Padre, con Dios Espíritu Santo.

Conocer y valorar la Misa y cada una de sus partes ayuda al lector a amar la misa y le facilita una intensa vida de oración. De ahí que a lo largo de la historia hayan sido miles los autores que se han propuesto los mismos objetivos del profesor van Havre. En ese sentido podemos preguntarnos qué añade este trabajo a los que le precedieron. La respuesta es inmediata, su oración y meditación de este misterio central de la fe. La aportación del Espíritu Santo que cada lector recibe al leer este trabajo cómo el propio autor lo recibió también: "he escrito estas páginas por amor a la eucaristía. Y porque siento un vivo deseo de compartir este amor con muchos otros. La misa siempre me ha fascinado: ¡el Señor está ahí, muy cerca, sobre el altar y en el sagrario! Jamás me ha aburrido, ni siquiera en los momentos más oscuros de mi vida, precisamente porque Él está ahí. Lo más extraordinario es que, en cada misa, es el Señor quien se acerca a nosotros, ¡incluso cuando nos hemos alejado de él! Por eso, delante de la eucaristía me siento muy pequeño" (13).

Hay que añadir que el momento teológico en centro Europa es importante, pues existe un indudable renacer de la Iglesia en la vieja Europa y eso se debe al renacer de la fe en la eucaristía en su momento culminante que es la celebración de la Misa. También nosotros no podemos vivir, como los primeros cristianos, sin la Misa.

 

José Carlos Martín de la Hoz

Didier van Havre, Amar la Misa, ed. Rialp, Madrid 2013, 202 pp.