Adviento en la montaña es un relato inspirador y lleno de simbolismo, ambientado en el crudo invierno de las montañas del noreste de Islandia. En él su protagonista, el pastor Benedikt, afronta su tradicional aventura de Adviento para rescatar de la nieve a aquellas ovejas que se han extraviado de su rebaño y están destinadas a una muerte segura. Acompañado de su gran valor, su perro y un carnero, se adentra en la montaña nevada sin sospechar que, en esta ocasión, le aguarda un desenlace inesperado.
Comentarios
Quizá solo quien ha tenido
Quizá solo quien ha tenido alguna experiencia, aunque sea pequeña, de lo que supone perderse en el monte, puede seguir de cerca el cansancio mezclado con la alegría de la montaña que contemplamos en este relato. Hasta qué punto la naturaleza más dura puede resultar atractiva y capaz de colmar los deseos del hombre. Pero en Benedikt hay un deseo de ayudar de servir, de salvar, que hace pensar en otros sentimientos, además de los propios del montañero. Arriesga su vida, pero no por un afán de arriesgar, no por un prurito de hacer más de lo que parece posible. El protagonista de este cuento va más allá.
La descripción de las condiciones climáticas, de los fenómenos invernales, del aspecto de la montaña, solo puede describirlos quien lo ha vivido. Es de suponer que en Islandia está más a la orden del día, y que les resulte muy familiar esa percepción de los días muy cortos, de muy pocas horas de luz, que lleva casi a prescindir de la luz del día.
Y el autor está también, sin duda, encerrando en un relato de Adviento algo más que la propia historia naturalista o intensamente ecológica. A los tres “personajes”, Benedikt, León y Recio, las gentes les llamaban la Trinidad, porque llevaban mucho tiempo viéndoles juntos en pos de los animales perdidos. Su búsqueda de las ovejas perdidas, su capacidad de sacrificio hasta arriesgar la vida, su entrega a las necesidades de aquello animales aun cuando él ya está exhausto. Todo eso nos lleva a darle un sentido alegórico que el lector debería descubrir. Creo que lo importante de este relato es que quien se adentra en el libro, sobre todo si está cerca la Navidad, sepa descubrir, intente interpretar lo que el autor pueda querer decir. Es importante que cada uno descubra.
Espero que el lector que lea esta breve reseña no lea el prólogo. O que lo haga después de leer el cuento. No me parece lógico dar pistas, multitud de pistas en un prólogo largo, porque entonces al lector se le priva de hacer su lectura. Si luego la curiosidad le lleva a ver qué han visto otros, se puede entender. Es lo que hacemos en las tertulias literarias. Pero indicar al lector que es lo que hay en lo que va a leer, me parece un desacierto muy grande.