Sorprende que cinco siglos después se sigan escribiendo trabajos y monografias sobre el concilio de Trento (1545-1563) que se desarrolló en tres etapas en una ciudad del norte de Italia, a lo largo del siglo XVI.
Sobre todo es llamativo pretender presentar y aportar nuevas conclusiones: “En este libro espero desactivar alguno de los muchos mitos y malentendidos que existen acerca del concilio” (página IX).
Me parece que, en realidad, O’Malley con ese aire teatral que adoptan habitualmente algunos intelectuales norteamericanos, lo que hace es divulgar la investigación de H. Jedin, bien conocida en España desde la edición en varios tomos en castellano del eminente historiador alemán en los primeros años setenta del pasado siglo.
Trento no arregló el problema luterano, pues como nos dirá O’Malley: “La ‘justificación por la sola fe’ fue la experiencia más profunda de Lutero que, tal como él la vivió , lo liberó de las garras de la muerte espiritual. De ahí que él se aferrase a ella como si de ella dependiese su vida. Por su parte, el decreto de Trento fue la respuesta emonionalmente fría de los teólogos a la angustía espiritual de Lutero” (116).
La sucesión de Decretos doctrinales con otros disciplinares se va desgranando a lo largo del libro. Parecía que tanto los teólogos como los canonistas no tenían prisa en terminar una reunión de tantos miles de teólogos y canonistas, no de tantos obispos, que habían perdido la fe en la conversión de Lutero y sus seguidores y veía muy lejana la ansiada reforma de la Iglesia.
En realidad el gran éxito del Concilio fueron sus instrumentos pastorales: El catecismo, el Misal y la Liturgia de las horas. También lo fue la creación de una Congregación, la del Concilio, que impulsó el seguimiento y la aplicación de sus decisiones.
Finalmente, contribuyeron al éxito los sinodos provinciales que aplicaron las decisiones tridentinas a las necesidades pastorales y doctrinales del mundo católico.
José Carlos Martín de la Hoz
John W. O’Malley, sj., Trento ¿Qué pasó en el concilio?, ed. SalTerrae, Santander 2015, 327 pp.