Desde que en 2013 ediciones Trotta publicara la obra de Anthony Flew sobre la existencia de Dios, en el que se recogían las conclusiones del debate entre ateos y teístas desde 1950 hasta el 2000 en el ámbito del mundo anglosajón, han pasado muchas cosas y se han realizado muchas interesantes aportaciones.

En esa línea está redactado este trabajo del profesor de Teodicea Miguel Pérez de  Laborda de la Universidad de la Santa Cruz de Roma. En primer lugar, realiza una síntesis de los argumentos actuales de los ateos y agnósticos, así como de los grandes pensadores cristianos de la historia, pero, sobre todo, aporta una extensa bibliografía de las obras más recientes tanto de autores de una posición como de otras.

Son interesantes los comentarios del Profesor Laborda: "A pesar de la existencia del mal, podemos admitir un Dios bueno, omnipotente y omnisciente, pues Dios podría tener buenos motivos para permitir el mal, si evitarlo implicase la imposibilidad de que las criaturas pudiesen alcanzar su bien supremo" (38). Y, paginas después añadirá. "La existencia de Dios, por tanto, es perfectamente compatible con una libertad que no es incondicionada, pero que no por ello es menos real. De hecho, cuando se apoya sobre la verdad, la libertad queda más establemente fundada" (50).

Sobre el ateísmo teórico concluirá: "cuando no es la reacción de quién se escandaliza ante la existencia del mal –reacción que es muchas veces comprensible, aunque injustificada-, es una posición dogmática, pues sostiene con total convicción algo de lo que no puede ofrecer una argumentación razonable, y no es raro que derive de motivos personales que dificulten o impidan reconocer la existencia de Dios" (61).

En la segunda parte, junto con los argumentos clásicos de la existencia de Dios, debidamente formulados, se aportan otros nuevos argumentos, entre los que destacaríamos "el del ajuste fino". Como dice el autor hablando de la comparación de "las condiciones iniciales de nuestro universo con la de otros universos posibles, nos hemos comenzado a sorprender de que las condiciones iniciales de nuestro universo, el valor de las constantes y de las leyes de la naturaleza, sean precisamente las adecuadas para la aparición de estructuras físicas, químicas y biológicas que permitan el desarrollo de la vida. Que se de este ajuste fino, que hasta hace poco parecía evidente o natural, es ahora motivo de maravilla" (119). Páginas después remachará, como conclusión: "las leyes y constantes de la física permiten la existencia de la vida porque en su origen hay una inteligencia que ha decidido que sean lo que son (…). Si existe una inteligencia de la que dependen, tendrá que ser una Inteligencia divina que ha creado todo ex nihilo, sin ningún presupuesto" (132)

Finalmente, la tercera parte, está dedicada a reunir las grandes aportaciones de la historia de la filosofía y de la actualidad sobre el ser de Dios: el don de Dios y los atributos divinos. Hay que agradecer al autor la claridad  expositiva, pues constituye  un gozo tanto la lectura, como los contenidos.

 

José Carlos Martín de la Hoz

Miguel Pérez de Laborda, Dios a la vista. El conocimiento natural de lo divino, ed. Rialp, Madrid 2015, 232 pp.