Inglaterra en la Edad Media. Entre la bruma de sus tierras yermas, todavía perviven las leyendas sobre Arturo y Merlín, dragones, gigantes y ogros. En una pequeña aldea, vive un matrimonio de ancianos (Axl y Beatrice), que decide partir en busca de su hijo. Este se marchó hace mucho tiempo y no recuerdan bien las circunstancias de su partida. En su periplo se encontrarán con un guerrero sajón, con los soldados de lord Brennus, e incluso con Sir Gawain, el último caballero vivo de la corte del rey Arturo. Cada viajero guarda consigo secretos, culpas y una misión que cumplir.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2016 | Anagrama Panorama de narrativas |
365 |
978843397966 |
Traducción de Mauricio Bach |
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Libro extraordinariamente
Libro extraordinariamente bien escrito por Ishiguro, como en él es habitual, pero que también presenta la complejidad típica de sus novelas. En este caso, entrelaza una trama mezclando una historia personal de una familia con la historia del Reino Unido, todo ello con gran belleza, misterio y profundidad. Aunque el final, como todo el libro, queda en una niebla, muy probablemente pone de manifiesto todo el valor del amor conyugal, de la fidelidad y del perdón.
Novela de aventuras, al
Novela de aventuras, al estilo de los libros de caballerías, inspirada en la historia de Inglaterra. Ambientada en la Edad Media, la trama se desarrolla en torno a un matrimonio de ancianos, Axl y Beatrice, que al final de su vida deciden ir en busca de su hijo, al que no ven desde hace muchos años. Su salida de la aldea se convierte en un viaje iniciático en el que compartirán el camino con diversos personajes que adquieren a lo largo del relato valores simbólicos: un guerrero sajón que mantiene el odio contra los británicos; un joven con una extraña herida dotado de cualidades especiales; unos monjes que practican extraños ritos de expiación; un anciano Sir Gawain que es el último caballero vivo de la corte del rey Arturo. Todos ellos, envueltos en la bruma y en la niebla de aquellas tierras que ha producido el olvido entre sus habitantes, guardan historias y secretos que poco a poco irán volviendo a su memoria.
Siguiendo los rasgos propios de las novelas de caballerías, el autor japonés recrea un mundo épico y fabuloso sobre la leyenda artúrica y algunos de sus principales protagonistas. Pero, según avanza el relato, el discurso se complica y los hechos pasan del plano real al sentido figurado, dando lugar a diferentes niveles de interpretación. Así, también el título de la novela va adquiriendo un claro valor metafórico: “el gigante enterrado” deja de ser un personaje mítico, para percibirse como el odio soterrado entre sajones y británicos tras la victoria de Arturo, son los deseos de venganza que no se olvidan a pesar del paso de los años; y, de forma más general, es la traición, el engaño, la ausencia de perdón en el corazón de los hombres. Durante mucho tiempo, la niebla o el olvido han llevado la paz a estas tierras, porque impide que los recuerdos (buenos o malos) permanezcan en la mente de los personajes; pero esto no puede durar siempre y en algún momento la memoria volverá, ¿qué ocurrirá entonces?
Así pues, desde el punto de vista argumental, la obra es compleja porque la mayoría de las acciones tienen un segundo nivel de interpretación, que se hace más patente según avanza la narración. En la misma línea, está la voz del narrador: una voz en primera persona (con la que comienza y termina la novela), extraña y misteriosa, con valor omnisciente sobre la historia y la vida de los personajes, y que probablemente aporta un sentido sobrenatural y trascendente a todos los hechos narrados. De la misma forma, el lenguaje es retórico, ampuloso, lleno de fórmulas de cortesía y de formalismos caballerescos que complican y retardan la lectura.