Cuando la fe se hace cultura

 

Hace ya unos cuantos años, en uno de sus más célebres discursos pronunciados por el inolvidable san Juan Pablo II, exclamaba con su proverbial sabiduría, que una fe que no se hace cultura, es una fe no plenamente vivida, una fe no plenamente asumida.

Desde entonces, ese planteamiento vital del Santo Padre, se ha convertido en una pregunta esencial para quien desee colaborar con la verdad de Jesucristo, en la construcción de una sociedad cristiana, solidaria, justa, digna de ser vivida y alegre. Hace falta conectar.

Es importante, asimismo, comprobar la autenticidad y la coherencia de lo que se escribe, se publica y edita en cualquiera de los multimedia, tanto con las coordenadas de la cultura contemporánea, como con el depósito de la verdad revelada por Jesucristo y, todo ello, sin perder altura humana y divina.

Hemos de lograr realizar una exposición clara y ordenada de la fe de acuerdo con los valores culturales de hoy, como hicieron los primeros apóstoles, cuando fueron por el mundo entero y explicaron lo que habían vivido con Jesús, lo que habían visto y oído.

De hecho, este libro que acaba de publicar el profesor José Brage y que ahora deseamos comentar, es una muestra clara de que esto posible y, además, podemos añadir que hay muchos autores antiguos y actuales de quienes las generaciones actuales, cuando los leen, exclaman: “Jamás me habían hablado así de Jesús” (158).

Este es pues el reto: explicar la fe como hace este libro, de modo atractivo, actual, con ejemplos reales y con soluciones atractivas y exigentes, pues demuestra la afirmación de san Juan Pablo II en Madrid, mayo de 1993: “se puede ser moderno y ser fiel al evangelio”.

El título del libro, es a la vez el hilo conductor del mismo; la convicción de ser hijo de Dios y de ser alguien querido y atendido permanentemente. Por tanto hemos de vivir Sin miedo a la vida y sin miedo a la muerte. Como narra una de las anécdotas del autor, cuando una señora abraza a una niña desconsolada y le dice: “Mira niña no sé por qué estás llorando, ni qué cosas estarás pasando que te hacen sufrir pero yo quisiera decirte que la vida es bonita, que Dios es nuestro Padre que tú eres joven y saldrás adelante y que rezaré por ti” (43).

Es más, el autor nos enseña a reírnos de la vida, pues está escrito con buen humor y realismo, como esas buenas películas de animación aparentemente dirigido a los niños y que en realidad es para los mayores. También este libro parece dirigido a jóvenes, pero sirve para todos.

El libro está redactado para facilitar la oración personal, con un lenguaje sencillo, con capítulos breves, con el uso de colores distintos que expresan unos la oración personal del autor, otros los textos del evangelio, otros las anécdotas chispeantes, las citas de películas o de libros de hoy, e  incluso con dibujos que introducen el capítulo y que con ellos ya bastarían para hacer muy buenos ratos de oración.

José Carlos Martín de la Hoz

José Brage, Sin miedo. Porque Él está ahí, ed. Palabra, Madrid 2017, 382 pp.

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