La filósofa catalana Marina Garcés (Barcelona 1973), profesora de la Universidad de Zaragoza, ha preparado un texto propedéutico, dirigido a realzar el gusto por la filosofía cotidiana, por plantearse las cuestiones de fondo, saborear las cosas que suceden, ir a las causas y, en definitiva, por hacer habitual el enseñar a pensar, tomando pie de lo que ocurre en el aquí y ahora.
La obra se divide en dos partes. La segunda, a modo de historia de la filosofía o grandes brochazos de los grandes autores contemporáneos. En la primera parte, se hace referencia a la filosofía inacabada, puesto que el razonamiento filosófico, siempre en búsqueda de la verdad, debe estar habitualmente abierto: "La filosofía inacabada nos interpela hoy en un mundo que muestra síntomas de agotamiento, como planeta y como modelo de sociedad. Filosofía inacabada, entonces, para un mundo agotado, Este es el desafío que me propongo compartir en este libro: aprender a pensar y vivir la finitud desde la amenaza de un final. Ya no nosotros, como humanos, sino la totalidad misma es finita" (16).
Es de particular interés las páginas dedicadas a la confianza, puesto que, la confianza, es la base de la vida democrática y familiar y por tanto, indispensable para la construcción de una sociedad justa y solidaria. Es muy importante que "hacer filosofía es confiar en que todos podemos pensar por igual pero que nunca pensaremos todos igual" (114).
Así pues, lo primero que realiza nuestra autora es una llamada a la confianza, a la capacidad de perdonar y de olvidar, sin la cual es muy difícil de confiar. Aunque esto sea primariamente propio de la familia o de la relación del hombre con Dios, es verdaderamente capital recuperar la confianza entre los hombres y realizar de nuevo redes de confianza: "La necesidad de confianza es consecuencia de la libertad de acción de las otras personas" (113). Por tanto, hemos de pasar de una sociedad de la desconfianza a la de la confianza, para lo cual hay que partir de la maduración de la sociedad: "la confianza, como la filosofía misma, presupone un poder hacer en común, es decir, en continuidad, desde el aprendizaje y la reflexión crítica" (113).
En este sentido, conviene puntualizar a la autora que la prudencia es compatible con la confianza, pues aunque alguien haya podido abusar de nuestra confianza, no tiene por qué hacernos desconfiados, sino prudentes, que es el ejercicio de la "recta ratio agibilium". En cualquier caso preguntarnos por las racionalidad de las verdades reveladas, no es desconfiar de Dios, ni la soberbia de pedirle cuentas, sino la confianza de preguntarnos por las relaciones fe y razón, que ayudan a la fe y a la razón (113): "pensar juntos" (115).
La segunda parte del trabajo aborda de una manera breve y sencilla la historia de la filosofía contemporánea, señalando, sin interés de exhaustividad, algunos problemas filosóficos actuales y cómo los han planeado diversos filósofos, más o menos conocidos. El resultado es de muy variable interés.
José Carlos Martín de la Hoz
Marina Garcés, Filosofía inacabada, ed. Galaxia Gutenberg, Barcelona 2016, 335 pp.