Una persona que tenga la experiencia de haber redactado la biografía de alguien, aunque sea con la brevedad y la síntesis necesaria para presentar un conferenciante en un acto académico o cultural, o más sencillamente al autor de un libro en una presentación, sabe lo difícil que puede llegar a ser si se quiere decir algo sensato que centre las palabras que vendrán a continuación.
Es más, hay veces que escribir la biografía extensa o una semblanza puede resultar una tarea muy ardua y compleja por la falta de conocimiento directo, escasez de fuentes o simple necesidad de conocer muchos datos, personas, papeles, para rumiarlos y, después, adentrase en el alma del personaje y poder construir una narración que llegue, conecte y pueda afirmarse por parte de quienes le conocieron de verdad que el autor ha acertado.
En otras ocasiones, el problema es justo lo contrario; pues hay tanto conocimiento y tanta confianza, se ha hablado tanto de esa persona que se hace necesario tomar un hilo conductor para seleccionar los recuerdos y no multiplicarlos, de modo que la simplificación no lleve a deformar la realidad ni a convertirlo en un personaje anodino.
Don Ernesto Juliá (1934), sacerdote y actual capellán del IESSE de Madrid, vivió muchos años en Roma: de 1956 a 1992. Desde 1956 hasta 1975, trabajó cerca del Fundador del Opus Dei y después de la muerte del Fundador, continuó trabajando con Mons. Álvaro del Portillo sucesor y Prelado del Opus Dei de 1975 a 1994 y, finalmente, con Mons. Javier Echevarría, Vicario General del Opus Dei (1975 al 1994) y desde 1994 hasta 2016 Prelado del Opus Dei.
Es tanto el conocimiento, el trato y la convivencia que el autor ha tenido con Mons. Echevarría, que para poder realizar esta semblanza breve ha tenido necesariamente que seleccionar entre sus recuerdos, tantas anécdotas y tantas vivezas.
Asimismo, ha seleccionado los posibles ángulos de visión del personaje; desde las perspectivas generales como Padre y Pastor del Opus Dei, los problemas mundiales que tuvo que afrontar y los logros y dificultades en el trabajo al frente del Opus Dei.
Finalmente, el autor ha optado por el lado más humano; la transformación de Javier Echevarría, desde un buen hijo del Padre, de San Josemaría y del Beato Álvaro, hasta convertirse él mismo en Padre y Pastor de una familia universal. Así pues, el lector, a través de anécdotas tomadas de la vida diaria, puede asistir a la maduración de una persona hasta poder estar, con la gracia de Dios y la correspondencia a la misma, a la altura de los acontecimientos y poder afirmar el autor con sencillez que le vio ser el buen instrumento que Dios deseaba cuando falleció el 12 de diciembre del 2016.
José Carlos Martín de la Hoz
Ernesto Juliá, Instantáneas de un cambio. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, ed. Palabra, Madrid 2018, 252 pp.