El profesor Marc Fumaroli, catedrático de literatura de la universidad de la Sorbona ha dedicado uno de sus últimos ensayos en lengua castellana a glosar la figura del famoso teólogo y escritor jesuita aragonés Baltasar Gracián (1601-1658).
En las páginas de ese libro que deseamos comentar brevemente, ha mostrado el profesor francés magníficamente como Gracián sigue siendo plenamente actual y que su capacidad de atraer a través de los siglos a las más importantes figuras intelectuales de cada época, permanece incólume.
Desde el comienzo de su ensayo reconoce Fumaroli que en gran parte el éxito de Gracián se debe a la tergiversación que se produjo en la traducción de su obra al francés, pues eso ha marcado la recepción de su pensamiento en el país vecino y desde ahí a toda la europea de la ilustración en adelante.
Efectivamente, explica el profesor Fumaroli, que al traducir el profesor Amelot al francés los famosos adagios de Gracián que habían sido recogidos en un volumen publicado en Huesca en 1647, con el expresivo título de “oráculo manual y arte de prudencia”, los tradujo en 1684 en Paris con otro título y otra intención: “L’Homme de Cour de Baltasar Gracián”, van a convertir la virtud de la prudencia en “algo basado en la naturaleza y la razón, y nada, o bien poco, al menos en apariencia, en la Piedad”(9).
Es interesante que la propia manipulación realizada por Amelot ha terminado por situar a Gracián al lado del pensador católico Pascal y a ambos como hombres de ruptura con el pensamiento católico tradicional.
Así pues, dentro de las rupturas del siglo XVII, que darán vida a la ilustración francesa habrá que situar en el campo a estos dos personajes, como adelantados o manipulados en la corriente de las rupturas del momento del siglo de las luces: Dejemos que sea Fumaroli el que concluya este análisis con sus propias palabras: “estas dos versiones de la misma obra (castellana y francesa) surgieron la una y la otra, como los pensamientos de Pascal en el centro de la fractura entre razón y Fe, entre política y religión, entre prudencia civil y Piedad religiosa, que escindió la inquieta conciencia de La Europa Cristiana posterior al Renacimiento y a la Reforma, y que no ha cesado, desde entonces de ensancharse y enconarse” (14).
José Carlos Martín de la Hoz
Marc Fumaroli, La extraordinaria difusión del arte de la prudencia en Europa. El oráculo manual de Baltasar Gracián entre los siglos XVII y XX, ediciones acantilado, Barcelona 2019, 178 pp,