Infancias recobradas

 

Los recuerdos de la infancia se han plasmado en numerosos textos de notable calidad literaria, como, por ejemplo, y sin pretender ser exhaustivo, Un jardín en Brujas de Charles Bertin, La rosa de Camilo José Cela, Una temporada para silbar de Ivan Doig, Año de lobos de Willy Fährrmann, Historias de la Alcarama de Abel Hernández, La gloria de mi padre y El castillo de mi madre de Marcel Pagnol o incluso esta obra maestra que es El camino de Miguel Delibes, que tiene elementos autobiográficos, pero otros que no lo son. A esta breve muestra, que los lectores podrán ampliar, se añade La penumbra que hemos atravesado (Periférica) de la escritora italiana Lalla Romano (1906-2001), que Natalia Zarco acaba de traducir por primera vez al castellano, aunque el texto es de 1964.

Un relato que se inicia con ocasión del retorno de la narradora a la casa y al valle piamontés donde transcurrió su infancia, cuando han pasado varias décadas. Los objetos van despertando recuerdos y, sobre todo, la ayudan a revivir las reacciones que siendo niña le suscitaron el contacto con la naturaleza –están magistralmente expresados, por ejemplo, los miedos infantiles–, las relaciones con los demás, sobre todo con las personas mayores, el nacimiento de una hermana, el carácter de sus padres, etc. Un alarde de memoria, una gran precisión al describir lugares, muebles, prendas…, con una sensibilidad muy especial (Tras aquella ventana yo veía caer la nieve, veía gotear desde las tejas el deshielo bajo el sol de marzo. Su luz me pareció remota, tranquila, sin tiempo: como la luz de una pintura.), pero también para, en pocas pinceladas, retratar a las personas con las que había convivido.

El texto nos deja un poso de gratitud por lo vivido, de serenidad, puesto que no hay toques melancólicos ni una idealización excesiva, aunque sí admiración, aprendizaje, comprensión. Además, está escrito con una prosa elegante y cuidada. Una buena narración para leer tranquilamente en verano.

Luis Ramoneda        

Lalla Romano La penumbra que hemos atravesado (Periférica 2019). Traducción: Natalia Zarco.