Una de las más importantes características del cambio de época o de civilización es el final del estado del bienestar del que hemos gozado desde el final de la segunda guerra mundial y, la consecuente, desaparición de la clase media, en el ancho y extenso mundo occidental.
Ser trata de una cuestión verdaderamente urgente de afrontar que muchos intelectuales prefieren obviar, puesto que sus consecuencias pueden ser catastróficas para la economía y la sociedad mundial.
Christophe Guilluy (1964), historiador canadiense especializado en Global history, presenta un completo y documentado análisis de la cuestión; controvertido, punzante y lleno de un enorme interés que, además, atrapa al lector desde la primera página hasta la última. Es interesante la caracterización de los hombres y mujeres que van ensanchando el mundo de las periferias, pues con ese término ya “no estamos hablando de los márgenes, solo de los obreros o los agricultores, sino también de los empleados, de los que desempeñan trabajos manuales o de oficina, de los jóvenes, de los jubilados. La suma de estos márgenes acaba por formar un todo: la sociedad” (33).
También es verdad que el crecimiento del mundo virtual produce millones de personas atrapadas en él, con evidente pérdida de libertad, a merced del dominio de la información de estos colosos del poder que conocen nuestros gustos y aficiones. Es interesante ver a un pobre pidiendo en la puerta de una iglesia que pasa horas navegando por internet gracias a la wifi del templo; parece el pan y circo de los emperadores romanos que narcotizaba a las masas: “la desaparición de la clase media occidental no se mide solo mediante indicadores económicos y sociales, sino también y sobre todo por la pérdida de un estatus, el de referente cultural” (69).
Conviene notar que en todo este análisis falta el elemento religioso, quizás difícilmente evaluable, o quizás en la mente del autor y de los autores de las investigaciones sociológicas en las que se apoya el trabajo. Sin revalorizar la fe es imposible salir de la crisis: “la religión de lo políticamente correcto aparece como un arma de clase muy eficaz contra la antigua clase media. Horizonte insuperable para unos, causa de espanto para otros, esta ideología es ante todo una herramienta de dominio” (81).
Páginas más adelante caracterizará la “United Cities and Local Goverments” que lleva trabajando desde 2004 y que poco a poco va avanzando hacia la constitución de un particular mercado global: “en realidad lo que buscan las grandes ciudades globalizadas es desembarazarse de los territorios donde hoy se concentra la mayor parte de las clases populares” (119). El reto que plantea este trabajo puede resumirse así: “si la ideología dominante se está hundiendo no es porque haya perdido una guerra de propaganda, sino porque ningún modelo que entre en contradicción con los intereses de la mayoría puede durar” (175).
José Carlos Martín de la Hoz
Christophe Guilluy, No society. El fin de la clase media occidental, ediciones Tauris, Madrid 2019, 218 pp.