Hay libros que tienen la virtualidad de decir lo que desean decir y, además, lograr decirlo en breves páginas y de ese modo tanto el autor como el lector llegan a la satisfacción y al gozo del cumplimiento de un pacto de caballeros verdaderamente complementario.
En el caso que nos ocupa ahora es verdaderamente admirable como el autor ha podido lograr sintetizar las características fundamentales del origen y desarrollo de la cultura europea desde una época tan lejana de más de veinte siglos, con los griegos, hasta la actualidad y, además, en tan pocas páginas.
El profesor Gómez Pérez, llevado por su sensibilidad, hubiera podido centrarse en el periodo que más de conmueve y haber realizado un completo estudio de un tiempo concreto y luego haberse limitado a realizar una tarea de aliño muy al uso: haberse ceñido a un periodo completo y luego dar unas ideas generales del resto de los periodos en los que suele dividir la historia de Europa. Pero no es así, hay que reconocer que nuestro autor ha logrado mantener un tono de interés en el lector, mediante una hábil exposición y ha conseguido, además, darle ritmo, tensión y verdadera modulación a las diversas partes de su breve, pero importante, tratado.
Realmente se comprende que el lector actual exija un libro de conjunto antes de adentrarse en una materia en la que desea profundizar o, sencillamente hacerse una composición de lugar, pero bien ambientada en la historia general sin más que poner acentos en la cultural, como es el objetivo de este trabajo.
No es fácil escoger los autores más característicos de cada periodo; en las artes que se estudiaban ya en la antigüedad en el trívium y quadrivium, pero ciertamente la literatura, la música, la pintura, la arquitectura, la poesía o las artes escénicas forman un todo en compacto en cada etapa y no conviene comparar sino admirar y gozar de la belleza de las artes que cada periodo aporta una cultura y una civilización tan rica y completa como las del viejo continente.
Comenzábamos estas líneas recordando la importancia de las raíces pues son éstas las que indudablemente dan vigor y fecundidad a una cultura y a una civilización. Realmente las tres columnas, los tres afluentes, las tres colinas romanas que van a fecundar la vieja Europa en la que todavía vivimos y trabajamos: la filosofía griega, el derecho romano y la revelación cristiana, terminarán por producir la cristiandad primero: diez siglos y luego seguirán fecundando las diversas vertientes en la que se ha subdivido la civilización europea en culturas que van más allá de la comunidad económica europea.
Evidentemente, volver a las raíces, profundizar en los derechos, la metafísica, el amor a la sabiduría, ahondar en la revelación cristiana siempre harán que los europeos marchen a la cabeza
José Carlos Martín de la Hoz
Rafael Gómez Pérez, Breve Historia de la cultura europea, ediciones Rialp, Madrid 2005, 231pp.