Los profesores Juan Ignacio Pulido, de la Universidad de Alcalá y William Childers del Brooklyn College, coordinan este volumen de investigación que ofrece el rastreo de fuentes, inéditas en gran parte, que aportan documentos de gran interés tanto para el conocimientos del funcionamiento del tribunal de la Inquisición en Madrid en el siglo XVII, como de la vida corriente de la práctica de la fe y de los llamados delitos contra la fe en la capital del reino: “Son testimonios, delaciones y deposiciones realizadas por gente diversa que no cobraron relevancia suficiente para iniciar con ellas un proceso de fe contra un reo particular” (15).
Indudablemente, hemos de comenzar por felicitar y agradecer a los autores por el extraordinario trabajo realizado, pues supone revisar una enorme masa documental de miles de legajos, para poner a disposición de los estudiosos de la Inquisición y de la historia de la Iglesia del XVII en la capital del Imperio, un material muy importante.
Además, los autores han sabido seleccionar con destreza las historias más ilustrativas, presentar brevemente los contextos, tanto locales de la ciudad de Madrid, como del tiempo en el que se producen; recepción del Concilio de Trento, junto con los datos básicos de la religiosidad popular y de la doctrina cristiana para hacer inteligible e interesante la historia y, finalmente, han logrado realizar una correcta transcripción, traducción y presentación del texto.
Lo primero que destaca en el vivo cuadro dibujado por estas historias es la primacía del valor de la fe y de su integridad para alcanzar la salvación, la paz de la conciencia y la necesaria reputación en su entorno social, casi más importante que la propia vida física. En muchos casos, son los propios interfectos los que acuden al Tribunal para auto delatarse (23-24) o para narrar por extenso y en primera persona los hechos que han acaecido haciendo manifestación pública de su fe católica y sometimiento a la autoridad eclesiástica (43).
Asimismo, aparece con gran naturalidad, como los vecinos acuden con toda naturalidad al tribunal de la Inquisición, tanto para defender la propia fe, como para denunciar o sospechar si alguna cuestión pudiera ser relevante en las vidas de los vecinos que pudiera tener referencia a la herejía o a la defensa del buen nombre (27).
Para presentar al gran público la documentación del primer capítulo “las voces de la calle” hubiera sido interesante hacer una referencia a la llegada de portugueses a la capital tras la adhesión de la corona de Portugal a la de Castilla y, por tanto, la entrada del tribunal inquisitorial y del pueblo con sus denuncias, a juzgar la vida de los cristianos nuevos portugueses: si entre ellos había falsos conversos que judaizaban en secreto, practicaban sacrilegios con las imágenes de cristo y el niño, comulgaban sin estar preparados o al menos sin guardar el ayuno eucarístico (55).
José Carlos Martín de la Hoz
Juan Ignacio Pulido Serrano y William Childers (coord.), La Inquisición vista desde abajo. Testificaciones de gente corriente ante el Santo Oficio, ediciones Iberoamericana-Vervuert, Madrid 2020, 340 pp.