En las siguientes líneas deseamos presentar el interesantísimo trabajo realizado por diversos autores del máximo nivel y coordinados por Lourdes Grosso García, Consultora de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, que ha sido en publicado en EDICE, acerca del tema “Vocación y carisma”, y enmarcado dentro de la colección “Encuentros y congresos”, celebrados e impulsados por el Departamento de la Vida consagrada de la Conferencia Episcopal Española.
Para poder comprender en profundidad las consideraciones y las aportaciones teológicas y canónicas contenidas en este volumen recomendamos al lector que se detenga previamente, a leer, al menos, los títulos de los diecisiete volúmenes editados de la colección a la que estamos aludiendo, pues eso le ayudará a captar en qué punto de la investigación de teología espiritual nos encontramos, la riqueza de temas de estudio que actualmente se están planteando y, finalmente, cuál debería ser el orden de prioridades para estar al tanto y asimilar la creatividad del Espíritu Santo en estos últimos años y, finalmente, quienes son los autores que están orientando estas investigaciones.
Asimismo, con las pautas señaladas, podemos entender mejor la importancia de la tarea de coordinación y organización de la materia de este volumen que ha llevado a cabo la doctora en teología por el “Angelicum”, Lourdes Grosso García, quien ha logrado presentar de modo bastante clarificador, tanto a los autores como los documentos más importantes y, entre ellos, su propia síntesis, sobre todo al hablar de la “consagración”, tema nuclear en las preocupaciones del Magisterio de la Iglesia acerca de las “Nuevas formas de vida religiosa”, (120-121), a la vez que ha expuesto nítidamente el “status quaestionis” de la materia (122-127, 132).
Lógicamente, en este volumen se recoge la totalidad del magisterio ordinario de la Iglesia sobre esta cuestión desde la Exhortación postsinodal “Vita consacrata” de san Juan Pablo II en 1996 y el papa Francisco quien “propone el modelo del poliedro, que refleja la confluencia de todas las partes conservando en él la originalidad de cada una de ellas” (14-15). A lo que hay que añadir las cuestiones planteadas y los congresos organizados desde el seno de la Congregación, de lo que se proporciona en esta obra la documentación pertinente.
La cuestión clave para poder adentrarse teológica y canónicamente en los “Institutos de vida consagrada” y, más ampliamente, en las Familias Eclesiales es distinguir entre “Consagración bautismal, la común a todos los bautizados, propia del sacerdocio común” y la “Consagración carismática, la de quienes son llamados a una especial consagración desde la vivencia de un carisma” (135). A esta división clarificadora correspondería una corriente de opinión que pediría para el desarrollo de los institutos consagrados y las correspondientes familias eclesiales la formación de un nuevo dicasterio romano al que incluso proponen con el nombre: “Dicasterio para la vida consagrada” (139).
José Carlos Martín de la Hoz
Lourdes Grosso García, Vocación y carisma. La vivencia de las Familias Eclesiales, EDICE, Madrid 2021, 332 pp.