El profesor de filosofía en Bachillerato Eduardo Infante, cansado de bregar diariamente con la atención de sus alumnos/as, decidió cambiar radicalmente de método para probar si con nuevos caminos, películas, series, libros y planteamientos, lograba captar el interés de aquellos jóvenes.
El resultado de tan ingenioso esfuerzo, tanto del profesor como de sus alumnos, puede verse en este manual que ediciones Ariel pone al alcance de todos los docentes de habla castellana. La obra puede, por tanto, ser duramente juzgado por sus colegas del gremio de la enseñanza, pero también por los padres de los alumnos y, en general, por todos los ciudadanos de este país interesados por saber que se les enseña a nuestros jóvenes y con qué tipo de argumentación les resulta más asequible.
Lógicamente, el autor publica en este trabajo un esquema de “sus” clases de filosofía, pero luego cada maestrillo tiene su librillo y experimentará su propio método y sus propios ejemplos, pues indudablemente, tal y como está publicado, no es aplicable ni por cualquier otro profesor o profesora ni en cualquier instituto o colegio de nuestro país.
Evidentemente, para una persona alejada de esos ámbitos pedagógicos, que se asoma a esas clases y argumentaciones tal y como están expuestas, lo primero que le viene a la cabeza es reconocer el indudable trabajo y esfuerzo realizado, así como la extraordinaria colaboración de los alumnos con los que claramente ha empatizado y que juntos han seleccionado los temas y le han dotado con sus críticas de la necesaria agilidad y rigor argumentativo.
Hay que resaltar inmediatamente que se está dirigiendo a jóvenes de clase media, de familias con una cierta cultura y educación. Hay pocas expresiones groseras y en general adopta una buena aceptación serena de los alumnos.
Inmediatamente, hay que resaltar que tanto el profesor, como la mayoría de los alumnos adoptan una actitud respetuosa pero agnóstica respecto a la religión, e incluso dedican una clase ex profeso y alguna referencia más.
A la vez, tanto por parte de los alumnos y del profesor aparece la necesidad clara de replantearse el sentido de la vida, la fundamentación de los amores, la conveniencia de tener una orientación clara de vida, etc.
El debate sobre el aborto, como otras cuestiones claves son dejados abiertos de modo que sea el profesor quien decida cómo comenzarlo y cómo terminarlo, según sean los alumnos que están en clase y los padres.
Es difícil resumir los argumentos aportados por el profesor Infante, pero podríamos resumirlos en que el profesor domina bastante bien los filósofos que aporta y las materias sobre las que desea hacer pensar a sus alumnos y, sobre todo, las películas están magistralmente escogidas. Lógicamente, es imposible estar de acuerdo con el criterio de fondo adoptado, pues intentar ser políticamente correcto, solo lleva a formar personas sin criterio, aunque es claro que el libro metodológicamente es un acierto.
José Carlos Martín de la Hoz
Eduardo Infante, Filosofía en la calle. Filoretos para la vida cotidiana, ediciones Ariel, Barcelona 2020, sexta edición, 398 pp.