El siglo XX europeo

 

El catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Zaragoza, Julián Casanova, ha reeditado ya más de seis veces en año y medio su interesante tratado sobre la violencia en Europa, motivo por el cual vale la pena detenerse, aunque sea brevemente.

Evidentemente, cuando se lee despacio el índice de este trabajo, se revisan las fotografías insertadas y se comprueba la extensa bibliografía, se llega a la conclusión de que el profesor Casanova podría haber sido más sistemático o haber dedicado más tiempo a la filosofía de la historia, pero indudablemente, nadie puede decir que haya exagerado un ápice, ni ocultado la verdad.

Algunos de los hechos narrados son muy conocidos en la historiografía española del período, como podría ser la persecución religiosa durante la guerra civil española o el holocausto judío en los campos de exterminio de los nazis o la implantación del comunismo en Rusia y las sucesivas purgas de millones de personas para asentar el poder en el miedo.

En cambio, ha y otras cuestiones menos conocidas como puede ser la violencia étnica y religiosa en la guerra de los Balcanes que continúan todavía hoy especialmente en Bosnia-Herzegovino o el exterminio del pueblo armenio llevado a cabo por Turquía con la anuencia del resto de Europa.

Lógicamente, la presentación de todos esos fenómenos, realizada con hondura y sólida documentación, por el profesor Casanova y expuesto en orden cronológico, a veces, puede incurrir en algunas repeticiones sin importancia.

Con todo, lo más interesante para el historiador y, más cuando es historia contemporánea y casi reciente, son las interpretaciones de los hechos y, sobre todo, las raíces de los fenómenos, para extraer las necesarias consecuencias y que la violencia se atenúe o al menos no se exprese con esas “violencia indómita”.

En orden a las soluciones contra la violencia o prevención del futuro, el profesor Casanova presenta algunas soluciones. Por ejemplo, uno de los parques temáticos de Rumanía se escribe en su propaganda: “la victoria más grande del comunismo fue crear gente sin memoria; un nuevo hombre con el cerebro lavado incapaz de recordar lo que fue, lo que tenía o lo que hizo antes del comunismo”. Por eso, en el desarrollo didáctico del Parque se busca recordar lo que fue antes del comunismo para “resucitar la memoria colectiva” (281).

Finalmente, es muy interesante la llamada apremiante del profesor Casanova, como investigador de la materia, a seguir trabajando, saber esperar, recoger documentación y presentar las cuestiones delicadamente, pues es muy claro en este trabajo la importancia de la llamada perspectiva histórica en esta materia, que nos hará distinguir entre el “historiador y las memorias todavía doloridas y las posturas ideológicas” (284).

José Carlos Martín de la Hoz

Julián Casanova, Una violencia indómita. El siglo XX europeo, Ediciones Crítica, Barcelona 2021, 394 pp.