Violencia y mesianismo

 

El trabajo del profesor Petar Bojanic (Belgrado 1964), discípulo de Derrida y Etienn Baliar doctor por la Sorbona, que ahora presentamos es un ensayo de deconstrucción al estilo de su maestro sobre el famoso concepto de “mesianicidad sin mesianismo” y, a la vez, de su relación con la violencia: “la cuestión que planteo en este libro es si existe un vinculo entre la violencia (la guerra) y la venida del Mesias (la justicia, la democracia, el orden y la paz)” (18).

del profesor Petar Bojanic (Belgrado 1964), discípulo de Derrida y Etienn Baliar doctor por la Sorbona, que ahora presentamos es un ensayo de deconstrucción al estilo de su maestro sobre el famoso concepto de “mesianicidad sin mesianismo” y, a la vez, de su relación con la violencia: “la cuestión que planteo en este libro es si existe un vinculo entre la violencia (la guerra) y la venida del Mesias (la justicia, la democracia, el orden y la paz)” (18).

Hay que insistir en la dificultad de traducir este libro, puesto que el mismo autor lo señala al recordar que va a entrar en textos oscuros redactados por autores ya de por si farragosos de leer (65), pero es que además lo señala claramente el traductor de la obra Roberto Navarrete, quien en la nota que ha dejado al comienzo del libro habla de las dificultades de tantos textos en tantas lenguas.

Efectivamente, nuestro autor es especialista en las relaciones de violencia y cultura, especialmente en el ámbito de la religión y abordará la misma cuestión, desde su conocimiento de la materia, en una lectura bastante densa de los más grandes autores de la modernidad: Hegel, Kant, Heidegger, etc.

Es interesante la audacia intelectual del profesor Bojanic para afrontar con claridad y crudeza expresiones abiertamente contradictoras como la de Levinas sobre la “violencia justa y cómo debería emplearse”, o la de Ronsenzweig sobre el “pacifismo y violencia” (16).

Ya desde el primer capítulo, intentará Bojanic desentrañar dos referencias a Hegel y a Levinas, quienes formularon la violencia y la religión en dos principios bastante desconcertantes: “la necesidad moral de la guerra y la guerra como algo esencialmente filosófico” (26).

También hemos de dejar constancia de las abundantes citas y textos de Rosenzweig acerca de la violencia en la Biblia y en concreto en los textos mesiánicos que contiene todo el Antiguo Testamento.

Asimismo, es muy interesante que el propio Rosenzweig se refiera a la diferencia esencial del judaísmo con el cristianismo, y que la sitúe entre otras cuestiones en el amor a los enemigos que predicó Jesucristo es una manera de anticipar la amistad con ellos (71).

Es interesante su estudio sobre la violencia contra la violencia a la que de nomina “aquel regusto de violencia” (101). Por eso siempre es merecedora de castigo y de reprensión eterna (107).

Culminemos con una cita resumen del trabajo: “Benjamin emplea dos registros de igual importancia para determinar si un acto violento ha sido llevado a cabo por Dios (o el Mesias), si la violencia es divina y si Dios y el mundo futuro se manifiestan a través de ella. De manera paradójica, ambos registros alteran e impiden la construcción y la fantasía sobre cuya base Dios solo aparece a través de la violencia” (141).

José Carlos Martín de la Hoz

Petar Bojanic, Violencia y mesianismo, ediciones Trotta, Madrid 2021, 164 pp.