Huellas de tránsito

Pienso que Beatriz Villacañas es una de las más destacadas escritoras en el panorama de la literatura española actual. Este libro ayudará al lector a penetrar en su rica y variada trayectoria poética, desde los comienzos hasta casi hoy, porque, junto a unos poemas inéditos, preparados para esta edición, se nos ofrece una antología de su obra anterior, desde los primeros versos juveniles hasta los más recientes. A esto, se añade un breve relato, escrito a la memoria de su padre, el gran poeta Juan Antonio Villacañas, y una selección de aforismos muy sugerentes. En la poesía de Beatriz Villacañas, destaca, desde el punto de vista formal, la gran variedad de recursos: sonetos, liras (herencia paterna), verso libre, poemas breves, poemas de ciera extensión, siempre con un gran sentido del ritmo y con imágenes impactantes, de gran belleza, con un lenguaje cercano, rico, pero no prosaico, bien alejado de hermetismos que disuaden de leer poesía a muchos lectores. Esa riqueza formal se corresponde con la belleza de fondo: hay búsqeda de la verdad, ilusión por la vida lograda, hay sentido crítico frente a la realidad, muy acorde con lo que nos dice en uno de sus aforismos: No hay nada tan fácil como ser moderno, dejarse llevar por la corriente de los tiempos no exige ser buen narrador. Abundan las referencias tanto al amor humano como al amor divino, no faltan los toques irónicos al observar la realidad que nos circunda, también son interesantes las referencias a la poesía y a la creación artística. Muchos poemas surgen de la vida (viajes, personas, lecturas, etc.) y de la reflexión, de donde fluye el encuentro con el misterio, con el bien, la verdad y la belleza, en medio de los claroscuros de nuestra condición efímera y temporal, señuelo de eternidad, porque como leemos en otro aforismo: Nada como el amor para darnos noticia de lo eterno. Luis Ramoneda