Es un motivo de alegría presentar esta tercera edición, corregida y aumentada, de una de las obras más importantes de Sor Teresa María de Jesús OP (la Sierva de Dios, Teresa Ortega Pardo, 1917-1972) en Olmedo, Valladolid, en 1963, como recuerdo, homenaje y vivencia de la doctora de la Iglesia, Santa Catalina de Siena.
Precisamente, cuando tuve la suerte de asistir a la ceremonia de clausura del proceso diocesano de la causa de beatificación y canonización de la Sierva de Dios, como postulador de la Causa de su hermana de sangre Encarnita Ortega Pardo, que tuvo lugar en el convento de las dominicas de Olmedo, pude conocer algunas de las religiosas que la habían tratado y que conocían de la grandeza de sus virtudes y de la realidad de las gracias y favores que tantos hombres y mujeres del mundo entero reciben de parte de Dios por intercesión de la Madre Teresa María de Jesús OP.
Aquella fue una jornada entrañable pues las velas de lacre se resistían a producir esa cera blanda con la que el Juez Delegado de la Causa, don José Luis López Zubillaga, con la ayuda del promotor de Justicia José Andrés Cabrerizo, estaba intentando sellar, lacrar y disponer las cajas que contenían las actas del proceso para ser presentadas ante Mons. Braulio Rodríguez Plaza, Arzobispo de Valladolid. Allí estaban silenciosas y emocionadas aquellas religiosas porque quien había sido priora tantos años, Sor Teresa María de Jesús OP, veían cómo ahora las actas del proceso diocesano se enviaban al Dicasterio de las Causas de los santos y comenzaba la fase romana del proceso.
La pregunta que floraba en el ambiente era sencilla ¿Qué debíamos hacer los que estábamos allí mientras los postuladores romanos, relatores y consultores del Dicasterio llevaban a cabo su trabajo? Sencillamente pedir favores materiales y espirituales a Dios por intercesión de la Sierva de Dios y meditar sobre su vida para encenderlos con la vibración de santidad y amor de la madre.
Una de las cosas que más impresiona de la vida apostólica de la Sierva de Dios Sor Teresa María de Jesús OP, fue que durante sus años como priora de la comunidad fueron varios los Monasterios que se pusieron en marcha en España y otros países o fueron religiosas de Olmedo quienes llevaron el espíritu que Dios había enviado a aquellas religiosas en Castilla. De ahí el título: “¿Qué dijo Dios al volver?: He vuelto porque te amo. He vuelto para tratar contigo” (56).
De esa manera, cuando he podido leer sosegadamente este trabajo, como aconseja su editor, Juan José Llamedo, he podido encontrar una raíz profunda de la santidad de vida de Sor Teresa María de Jesús OP: indudablemente santa Catalina tiene mucho de catolicidad, de romanidad, de oración personal íntima y confiada como se trasmite en “el diálogo” la obra más importante de la santa.
José Carlos Martín de la Hoz
Sor Teresa María de Jesús OP, Qué dijo Dios al volver. Santa Catalina de Siena, Doctora de la Iglesia, edición de la federación “Madre de Dios”, monjas de la Orden de Predicadores, Olmedo, Valladolid, 2023, 480 pp.