José Julio Perlado

 

El pasado viernes 26 de abril, ha fallecido José Julio Perlado (Madrid, 1936), en su domicilio. Quienes lo hemos conocido tenemos muchos motivos para la gratitud. José Julio era doctor en Filosofía y Letras y periodista. Trabajó como corresponsal para "Diario de Barcelona" y "Madrid", en Roma; y, para "ABC", en París, donde presenció los sucesos de mayo de 1968. Fue redactor jefe de "La Estafeta Literaria" y, como docente, impartió clases en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense. También dio cursos de Creación Literaria a grupos variados, incluso fuera de España, sobre todo después de la jubilación. Tenía fama de ser muy exigente con los alumnos, pero estos reconocían que el esfuerzo había merecido la pena, porque con él aprendían de verdad.

Como escritor, su obra es variada. Crónicas periodísticas como París, mayo 1968, ensayos muy sugerentes como Diálogos con la cultura, El ojo y la palabra, El proceso creador, El artículo literario y periodístico. Además de varios libros de cuentos, es autor de las novelas El viento que atraviesa, Contramuerte (Premio de Novela Ateneo de Santander), Lágrimas negras y Mi abuelo, el Premio Nobel (2011). Son obras con tramas muy originales, en las que plantea al lector temas que invitan a la reflexión. El último libro editado en vida de José Julio ha sido Los cuadernos de Miquelrius, unas memorias muy originales en las que se mezclan ficción y realidad. Además, su blog misiglo.es, editado con exquisitez, ha sido un fenómeno cultural de primer orden, con más de un millón de visitas de todo el mundo.

José Julio era una persona muy culta, de una enorme sensibilidad, atenta siempre a escuchar y a ayudar a quien se acercaba a él. No había muestras de arrogancia en esas conversaciones ni prepotencia de experto –siempre dialogante y estimulador–, para quien lo importante era el trabajo serio, bien hecho, por encima de modas y de la búsqueda del aplauso. Su ausencia es una pérdida, sin duda, pero esperemos que aún podamos disfrutar con las tareas en las que habrá estado trabajando hasta el final. Además, siempre podremos leer o releer alguno de sus escritos.

Luis Ramoneda