El profesor Ramón Villares, catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Santiago de Compostela, dedica este amplio estudio a repensar históricamente todas las formulaciones que se han proporcionado a lo largo de los tiempos a las relaciones entre los pueblos que componen la península ibérica.
Especialmente detallada resulta la investigación acerca de la unión jurídica entre los dos reinos de España y Portugal o, más hacia atrás, entre los intentos de recuperar la importante unión alcanzada en tiempos de Felipe II cuando aún España poseía un Imperio tan importante que no se ponía el sol, en tiempos de Felipe II, quien pretendió gobernar tan extenso patrimonio de manera efectiva.
En efecto en el siglo XIX fue de interés para la masonería hispánica y portuguesa y para los gobiernos liberales de turno, especialmente los de la Primera República, la unión efectiva de ambos reinos en Iberia, respetando las idiosincrasias, lenguas y culturas, pero las relaciones con Inglaterra primaron para Portugal más que la unión con España.
La decisión fue un acierto pues España con la pérdida de las colonias americanas y Filipinas quedó tan desconcertada que hasta la restauración de la monarquía y la democracia desde 1975 no se ha terminado de recuperar.
También se explayará nuestro autor en el intento de gobierno de España poniendo el eje y centro en Cataluña de modo que pasara el poder de Madrid a Barcelona y de ese modo acercar España a Europa y a las tendencias europeístas anteriores a la segunda guerra mundial.
Efectivamente, el problema de los fracasos de la unión con Portugal o más recientemente del fracaso del “procés” en Cataluña, se debe según nuestro autor sencillamente a la falta de confianza, pues es obvio que la lengua y cultura castellana terminarían por invadir y homogeneizar esos territorios, como ha sucedido con el País Vasco donde las encuestas dan sencillamente un 30% al independentismo aunque los dos partidos mayoritarios expresen argumentos independentistas en sus programas, pues todos saben que Europa no admitiría la independencia y que sin España o contra España no podrían subsistir, ni pagar las pensiones (64).
La solución final, nos recuerda Ramón Villares, estriba en dejar que siga desarrollándose la Unión Europea de modo que en unos pocos años la unidad económica, jurídica y legislativa sea tan fuerte que en realidad lo que tendríamos sería una Europa de los pueblos más que una Europa de las naciones de modo que la unidad de Europa sea muy fuerte y cohesionada para competir con la economía de USA de Rusia o de China y, a la vez, defender las características y peculiaridades de los diversos pueblos que componen Europa que dan un estilo diferente a cada región (209).
José Carlos Martín de la Hoz
Ramón Villares, Repensar Iberia. Del iberismo peninsular al horizonte europeo, Ediciones Pasado y presente, Barcelona, 2024, 243 pp.