Después de cinco meses de guerra, al llegar la Navidad de 1914, soldados de uno y otro bando se alzaron por encima de sus trincheras y salieron al encuentro del enemigo, desarmados. Sucedió en muchos lugares del Frente Occidental —desde las proximidades de Nieuport, en el Mar del Norte, hasta Guebwiller, cerca de la frontera Suiza—, sin previo concierto, espontáneamente y al mismo tiempo. Aunque no fue la primera tregua de Navidad de la historia, nunca antes se había producido una como aquella: «Nunca había ocurrido nada de la magnitud, la duración o el potencial de cambio de las cosas como cuando cesó el fuego repentinamente en la víspera de Navidad de 1914» (S. Weintraub).
La Tregua de 1914 es una gran historia de la Navidad que se compone de muchas pequeñas historias de fraternidad y buena voluntad. Extrañamente, nunca ha sido contada en toda su extraordinaria dimensión.
Comentarios
Relato histórico sobre la
Relato histórico sobre la tregua de Navidad ocurrida durante la Primera Guerra Mundial. El 28 de junio de 1914, la normalidad que parecía mantenerse entre los países europeos se quebró con el asesinato del archiduque Francisco Fernando y su esposa durante una visita oficial a Sarajevo. Aunque Austria-Hungría tardó en dar una respuesta sobre el atentado, a finales del mes de julio, varios estados se habían declarado ya en guerra y el conflicto adquiría carácter internacional. En palabras de Stefan Zweig, que relató admirablemente ese momento, podemos leer: “De repente todos los Estados se sintieron fuertes, olvidando que los demás se sentían de igual manera”. Los enfrentamientos entre los países habían comenzado en lo que creían que iba a ser una lucha de pocas semanas, quizá hasta fin de año. Pero el entusiasmo inicial de las tropas se fue convirtiendo en temor, pánico y desesperanza porque el conflicto se alargaba sin remisión y la Navidad iba a llegar: el papa Benedicto XV, por vía diplomática, propuso el 6 de diciembre a los estados contendientes que depusieran las armas en Navidad (p. 27), aunque no hubo consenso.
El autor de la obra es Álvaro Núñez Iglesias (Quetzaltenango, Guatemala, 1955), catedrático de Derecho Civil en la Universidad de Almería, que ha publicado varios libros de carácter histórico-jurídico y ha dedicado muchos años a la investigación sobre toda la documentación existente en torno a la Tregua de Navidad de 1914. La obra está dividida en varias partes siguiendo los diferentes frentes de la guerra: el frente belgo-alemán, el franco-alemán y el germano-británico; y para su composición ha utilizado cartas, diarios, informes, etc. de los combatientes y de los altos cargos, especialmente de los soldados británicos. Las fuentes alemanas, francesas y belgas no son tan abundantes (p. 40), pero las disponibles son suficientes para poder documentar la paz navideña del primer año de guerra en muchos puntos, tanto al norte de Wytschaete como al sur de La Bassée: “Aquella Navidad se produjo un estallido espontáneo de sentimiento pacífico en las zonas de guerra, ya que las tropas de todos los ejércitos europeos celebraron el nacimiento de su Salvador” (p. 45). La obra además incluye varios anexos con la tabla de ilustraciones y fotografías, fuentes utilizadas y bibliografía especializada. Un libro muy interesante para conocer ese extraordinario momento histórico que no volvió a repetirse.