Dos grandes catedráticos de historia contemporánea, uno de la Carlos III y otro de la Francisco de Vitoria, dos grandes amigos y dos profesores de distintas generaciones, han tomado sobre sus hombros la tarea de poner al día una monografía que fue señera en su tiempo (1999) y que este año está llamada a volver a serlo con la actualización y complementos con los que vuelve a salir editada.
El final de la guerra civil fue determinante de la actitud hacia España que adoptarán los países aliados con la España de Franco y con la dictadura que sobrevivió casi cuarenta años dejando nuestro país aislado de la construcción de la Europa comunitaria hasta 1982 cuando, finalmente, se allanaron los caminos con Francia e Inglaterra. Efectivamente, este magnífico y documentado trabajo recoge las intensas negociaciones con Inglaterra y Francia de los gobiernos republicanos, pidiendo refuerzos militares y abastecimientos. Los gobiernos franceses colaboraron primero activamente con la Republica hasta comprobar que sus gobiernos no les resultaban fiables y que, además, perdían irremisiblemente la guerra y, entonces, se debatieron entre la no intervención, la escasa ayuda o el cierre de la frontera entre Francia y Cataluña. Es interesante constatar que en el peor momento de la guerra los gobiernos autonómicos tanto vasco como catalán ponían sus intereses independentistas por encima de los generales de la república que se desmoronaba (70).
En el bando Republicano la opción de sus mandos políticos y militares fue durante todo el año 38 “resistir es vencer”, pues el ambiente de pre guerra mundial ante las actitudes alemanas, eran muy constante por lo que el deseo de Negrín y de Azaña era internacionalizar el conflicto para poder tener alguna posibilidad de mantener dividida España en dos y sacar rédito de una situación que cada vez se veía más imposible de remontar (75).
Por parte del gobierno de Burgos la opción siempre estuvo clara: lograr una victoria total y una rendición incondicionada, pero ralentizar el final manteniendo la frontera abierta de Francia para que se fueran hacia América y Europa todos los republicanos recalcitrantes y así tener menos bocas que alimentar y menos quintacolumnistas en el interior de sus fronteras (85).
Indudablemente, lo más importante de este trabajo es la masa documental que han manejado y que está debidamente catalogada y registrada, especialmente en los archivos de los países aliados en la Segunda guerra mundial, herederos de la situación de espera por parte de Francia e Inglaterra a que cayera la República y Rusia seguía diciendo que iba a ayudar para terminar por buscar sus propios intereses.
Finalmente, lo más duro fueron los sufrimientos que produjo en muchos miles de españoles sinceros republicanos, engañados por los dirigentes de la República y por Franco que prologó una guerra para convertir España en una dictadura (89).
José Carlos Martín de la Hoz
Ángel Bahamonde y Javier Cervera, Así terminó la guerra en España, edición revisada y actualizada, Marcial Pons, Madrid 2024, 583 pp.