“El jardín de los Finzi-Contini” es una de esas obras que permanece, porque es una historia que sitúa ante temas que recuerdan momentos históricos trascendentales en nuestra memoria. La persecución nazi a los judíos es en este caso el tema de fondo. Aun cuando haya una historia más personalizada en superficie, el fondo ambiental es históricamente inequívoco.
Poco a poco, con detalles al principio casi imperceptibles, van ocurriendo cosas que solo se entienden desde esa situación histórica. Ciertas prohibiciones, un aislamiento que se advierte en pequeños detalles, de manera que el autor consigue que surja, sin ruidos, sin alarmas, la problemática que los interesados temían, pero que quizá más de uno considerara impensables.
En la familia noble de Ferrara parece que todo sigue igual. Los Finzi-Contini tienen su gran finca, con su palacete, su pista de tenis, sus tierras, sus servidores. Y sus amistades, judíos o no. Quizá ya casi desde el principio consigue el autor introducir un aire de preocupación, por algunos detalles que surgen. Sin duda para el lector, que se sitúa en esos momentos históricos de entre guerras, el ambiente se va percibiendo. Me parece que es el valor mayor de la novela. Ese saber, por parte de los judíos, del posible peligro y procurar vivir como si no pasara nada.
No se narran en ningún momento barbaridades ocurridas en esos años. Solo advierte, el lector, que el ambiente está enrarecido. Uno podría pensar: no es posible que los nazis puedan llegar más lejos, porque es todo tan antinatural que, antes de que sucediera, parecería increíble.
La situación de la familia protagonista le sirve al lector para ser más consciente de la vida que llevaban muchos judíos en Europa, y concretamente, en este caso, en Italia. Como no era así en España, para el lector en castellano la situación de esas familias suena a más lejano. Por eso el sucederse de los acontecimientos resulta muy enriquecedor para el conocimiento de la historia. Con la ventaja de que surge a través de detalles a lo largo de esta historia.
Junto al tema histórico-político, que sin duda es lo más relevante, se cuenta lo que ocurre en una de esas familias que vivían en Italia. Unos amigos de la familia que acceden con mucha frecuencia a la finca, para jugar al tenis sobre todo, pero también para fiestas. Y las relaciones entre el protagonista relator y la hija de la familia Finzi-Contini de una edad parecida. Se han conocido desde pequeños, de familias cercanas, y cuando se van haciendo más mayores se crea una relación afectiva que él desearía que fuese definitiva.
Son tres varones y una chica quienes se llegan a conocer muy bien con el tiempo. En el relato que hace el autor de las relaciones de la chica nos encontramos con un ambiente poco adecuado. En esta visión de los hechos, que se mezclan con otras cuestiones políticas, el autor transmite un ambiente inmoral, sin ningún intento de justificar o de arreglarlo. Desde ese punto de vista podríamos decir que esa novela tan bien escrita, con un tema histórico tan atrayente, es ya menos aconsejable. Por lo menos se podría decir que lo que sería una espléndida historia, deja que desear con esos planteamientos frívolos.
Y creo que lo peor es que haga pensar el autor que el mundo judío es así, indiferente ante tendencias inmorales bastante extendidas.
Ángel Cabrero Ugarte