Mis abuelas y yo

Huérfana de madre y con un padre funcionario imperial siempre ausente, Diana Holman-Hunt pasó su infancia y pubertad al cuidado de sus dos abuelas: la materna, en una gran casa de Essex, con multitud de sirvientes y una moderada disciplina; y la paterna, en una dejada mansión en Kensington, donde la viuda del célebre pintor prerrafaelita William Holman Hunt vivía enteramente consagrada a sus exquisitos recuerdos. Diana, una niña listísima, fantasiosa, algo embustera y no del todo obediente, conoce momentos de auténtico abandono.

Mis abuelas y yo (1960) son unas memorias divertidísimas a pesar de sus aspectos dramáticos y están escritas con una lucidez que paradójicamente busca resaltar la confusión de una infancia muy accidentada.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2023 Alba Editorial
352
978-8411780162

Traducción de Daniel de la Rubia Ortí

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Novela autobiográfica de la escritora Diana Holman-Hunt (Londres, 1913 – 1993), sobre su infancia y su adolescencia. Nieta del famoso pintor prerrafaelita William Holman Hunt (1827 -1910), quedó huérfana de madre al nacer, y su padre, embajador en el extranjero, decidió que la criasen sus abuelas. Así pues, el relato narrado en primera persona por la autora y protagonista, describe los días de su infancia: primero, en la mansión de sus abuelos maternos en Essex, donde vive rodeada de criados (mayordomo, cocinera, doncellas, jardinero…), con todo tipo de lujos y comidas exquisitas; y, en segundo lugar, por decisión de su padre, va a pasar temporadas con su abuela paterna, ya viuda, en la casa de Melbury Road de Londres, en un ambiente totalmente distinto. Rodeada de obras de arte y de valiosos cuadros, Nana, su abuela paterna, vive anclada en el pasado, recordando a su esposo. A pesar de las joyas y de su enorme riqueza, apenas gasta dinero en los recursos necesarios para subsistir, tiene una sola criada para todas las tareas de la enorme casa (limpia, cocina, plancha, lava...), y llegan a pasar hambre y frío en un caserón destartalado, venido a menos: “Hace más de treinta años que no compro ropa” (p. 159), dice su Nana.

Según las declaraciones de la propia autora, en la década de 1950 comenzó a escribir sobre sus abuelas y la vida que había llevado en las diferentes casas con cada una de ellas; sin embargo, sus circunstancias familiares le impidieron publicar la obra que no vio la luz hasta 1960. Además en 1969, publicó una biografía utilizando material inédito sobre su abuelo, el pintor William Holman Hunt, titulada My Grandfather, His Wives and Loves. Así pues, se trata de un relato muy interesante tanto por la descripción de la clase alta británica de principios del siglo XX, con sus costumbres familiares, sus fiestas, las visitas y las relaciones sociales, como por el mundo de los criados, sus jerarquías, su trabajo, y la fidelidad a ultranza y el cariño de algunos  hacia sus señores. Además, en esta ocasión, destacan los comentarios sobre los pintores prerrafaelitas, sus obras, los modelos que posaron para ellos y la composición de las pinturas, narrados de primera mano por una testigo de excepción. Por todo ello, es una obra muy recomendable para lectores interesados en este tipo de género y sus temas.