Equivocarse es humano. Y como el hombre es un ser social, sus errores repercuten en los demás, originando un mayor o menor sufrimiento. Hay muchas maneras de reaccionar ante la ofensa o el error ajeno. Podemos «pagar con la misma moneda», pero también podemos perdonar. El autor analiza de modo divulgativo las manifestaciones y el sentido del perdón, y las consecuencias que produce en la salud de quien perdona.