¿En qué muerte cifrada del país claroscuro han guardado este cuerpo?
¿En qué taller sin nombre se hilaron esas cuerdas que su voz maniataron?
¿Cómo oírla en los ángeles que madrugan las aguas y empujan las falúas;
los que vuelan la orilla y lucen pies marinos, corazones de brea
con la piel transparente que el salitre ha tostado?
Magnífica elegía del poeta Ángel García López, a raíz del fallecimiento de su mujer.