Publicada en 1949, esta breve novela supone uno de los testimonios más conmovedores y lúcidos del desgarramiento bélico en el bando perdedor. El protagonista, un soldado alemán católico, toma en Alemania un tren que le conducirá al frente polaco. El convoy está lleno de muchachos con uniformes nuevos "de candidatos a la muerte". Al tomar el tren, el soldado tiene el convencimiento de que morirá dentro de unos días, en un punto concreto de Polonia situado entre dos ciudades.