Desde una patria a punto de desaparecer, dos familias de distintas regiones de Prusia, los Schipper y los Hahlbrock, huyen junto a su pueblo en un éxodo suscitado por los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Prusia existía separada de Alemania, pero no era inmune a su fervor nacionalista ni a las bombas que extinguen vidas.