Poemario en el que la naturaleza y su relación con el yo del poeta tiene un importante papel.
Hombre en la niebla, Premio Adonáis 2011, sorprende por su hondura poética y su extraordinario y fluido sentido del ritmo. Dividido en cuatro partes, es una colección de poemas reflexivos y luminosos, que atienden tanto a asuntos existenciales, básicos, del ser humano —el paso del tiempo, las cuestiones metafísicas del ser y del morir...— como a la expresión de la comunión plena con la naturaleza. Es en estos últimos donde mejor se aprecia la alta sensibilidad del autor.