Un narrador omnisciente relata la historia que le ha referido un amigo suyo, médico ginecólogo, sobre determinado tipo de matrimonios en los que la mujer hace sucumbir al marido que se desvive por ella. La novela, que no deja de ser sólo una historieta divertida –tiene un final de carcajada–, puede parecer algo misógina, ya que el autor parece generalizar la conducta exagerada y desmedida de algunas mujeres con cierto trastorno de personalidad. Esto sucedería, sobre todo, si la pequeña novela hubiese que interpretarla en un sentido directo y estricto.