A partir del análisis del estilo de liderazgo de casi 4000 directivos de todo tipo de organizaciones y del contacto directo con muchos de ellos, los autores demuestran que la resonancia del líder - capacidad de direccionar y usar adecuadamente las propias emociones y potenciar sentimientos positivos en los equipos - es un factor imprescindible para su éxito y, más aún, que esta resonancia se puede aprender.