Gerald Durrell relata su estancia en varios países de Asia y Oceanía con el fin de hacernos reflexionar sobre la conservación de las especies. Su narración, ambientada en tierras lejanas, está plagada de descripciones de los animales que las habitan. Pero en este caso no se trata de un puro divertimento contemplativo. El autor decide visitar estos países con una doble intención: por un lado, quiere averiguar lo que allí se estaba haciendo en materia de conservación, y por otro, la de grabar una serie de películas sobre el mismo tema para la BBC.