Para el protagonista de esta novela, un hombre solitario en su reciente viudez, el mar constituye el nexo entre pasado y presente, ceñido a la playa de un lugar de veraneo en Irlanda. Durante los días que permanece allí, evoca sus vacaciones de infancia y el recuerdo de una familia con cuyos hijos gemelos tuvo una breve relación de amistad que concluye de modo trágico.