Rehana Haque se había casado con un hombre al que no esperaba amar; había amado a un hombre al que no esperaba perder. Sola, con dos niños, Rehana vive plácidamente en un barrio de clase alta en Dhaka, Pakistán oriental, junto a la señora Chowdhury y su hija Silvi; sus inquilinos, los Sengupta, y la señora Rahman. Es 1971. Y la felicidad tiene nombre: Sohail y Maya, sus hijos, ya casi adultos. Pero la guerra irá al encuentro