Younes tiene nueve años cuando su padre, arruinado, pierde todas sus tierras. Totalmente agobiado, resuelve confiar el niño a su hermano, un farmacéutico integrado en la comunidad occidental de Orán. Los ojos azules de Younes y su aspecto angelical ayudan al chico a ser aceptado por la clase acomodada de la población. Younes crece entre jóvenes colonos de los que se hace amigo inseparable.