A mediados del siglo XIX la Santa Sede juzgó que los "Colleges" interconfesionales que existían en Irlanda no eran seguros para la fe de los católicos. Convenía fundar una Universidad católica y quién mejor para ello que el sacerdote inglés converso John Henry Newman; el hombre de Oxford que había puesto en marcha en esa Universidad un movimiento anglicano hacia el catolicismo. En 1852 Newman dictó en Dublín nueve discursos o conferencias sobre el modelo de Universidad que deseaba.