Discurso social y ético del autor en el que anima a los jóvenes a no resignarse ante el mal que se presenta como inevitable, pero no lo es. Hessel les invita a indignarse, y señala que la peor actitud ante el mal es la indiferencia. El autor pone como ejemplo la indignación que sintieron los franceses por la rendición de su gobierno ante Hitler, y que dio lugar a la Resistencia. Hoy –continúa- la violación de los derechos humanos debería ser un motivo permanente de indignación.