La usura ha sido un mal endémico en España y en el resto del mundo hasta hace muy poco tiempo. La Iglesia, en su pasión por el hombre, se ha mostrado siempre activa en la lucha en favor de los más desfavorecidos y en contra de lacras para la sociedad como ha sido siempre la usura. La historia de las cajas de ahorros y de los montes de piedad se encuentra enmarcada en esta lucha pues, en su mayoría, fueron creados por la Iglesia a través de sacerdotes o cristianos comprometidos para fomentar el ahorro entre las clases humildes y ayudar a los más desfavorecidos a tener acceso al crédito.