Tercer poemario del autor. La primera parte es de tono festivo, de alegría ante la vida, de asombro ante la belleza, manifestada en la naturaleza, en la amistad y en el arte. La segunda tiene un tono más elegíaco, ante la presencia del dolor y de la muerte, aunque siempre con esperanza. Son especialmente intensos los poemas escritos a raíz de la enfermedad y de la muerte del padre del autor.