Ann Laventie, la menor de tres hijos en una larga línea de nobleza antisocial de la campiña de Sussex, no encaja del todo en el molde de sus hermanos Dick y Elizabeth, dos jóvenes cultivados, elegantes y ultramodernos. Su padre es erudito y lo suficientemente rico como para centrar toda su atención en la lectura y otras actividades intelectuales. A Ann, en cambio, le preocupan cosas mundanas como su ligero exceso de peso, y es la única de la familia que disfruta de la mera compañía de sus sencillos vecinos y de los placeres más insustanciales.