Este libro recoge un discurso en Harvard sobre lo más característico del oficio intelectual, y una conferencia en la Universidad de Marquette donde el autor argumenta sobre la importancia de la historia del pensamiento en la enseñanza general de la filosofía.
Gilson logra despertar el afán de búsqueda, y enseña rigor intelectual y amor a la verdad a quien desea construirse y construir una sociedad mejor.