Del autor: "RISUEÑA enfermedad son las auroras, escribía don Francisco de Quevedo: ríe la luz y alegra los ojos, y nos acerca la hora y el momento. Risueña enfermedad es también el amor, dijo otro poeta. ¿Qué le vamos a hacer, Lisi?
Recojo en este ejercicio unas pocas revisiones de poemas que figuraban en libros anteriores (Vivir es caminar breve jornada, Canto solo para Lisi, Los blues del cocodrilo), casi siempre descargados de alguna retórica que ahora considero sobrante. Se insertan, creo, de manera natural en el conjunto de Risueña enfermedad.